Ayer tuvo media sanción el proyecto de ley sobre salideras bancarias aprobado casi por unanimidad. Hay que decir que el proyecto en sí mismo aporta poco a la resolución de ese tipo de delitos. En apenas cuatro articulos, el proyecto ordena comprar a los bancos un poco de durlock e inihibidores de celulares que se pueden conseguir en MercadoLibre. Nada que no puedan ni deban hacer como empresa privada. Pero el tema le sirvió a la oposición para hacer demagogia e intentar bloquear el proyecto de Papel Prensa, paradójicamente, bloqueo que protege los intereses de cómplices de un delito.
De cualquier forma, el oficialismo apoyo, que otra quedaba. Es difícil tratar seriamente estos debates ya que desde hace años se hizo del tema un eje de oposición política y mediática.
Intervención del Dip. Vargas Aignasse
Sr. Vargas Aignasse.- Señora presidenta: durante estos años se ha puesto en funcionamiento una costumbre perversa de reducir a una única receta la solución al problema de la inseguridad. Esto lo hemos vivido en el año 2004, cuando fallecía víctima de secuestro y asesinato el hijo de Blumberg y se ponía en marcha en los grandes centros urbanos del país una enorme reacción popular en contra de la inseguridad.
En aquel entonces nos tocó sesionar en Semana Santa de 2004 –si mal no recuerdo- con el señor Blumberg sentado en el palco bandeja con un paquete de normas que endurecía el Código Penal y digitando prácticamente el debate. No podíamos estar en contra de nada de lo que él había propuesto y que se había hecho público a través de los medios de comunicación porque inmediatamente desde ese palco bandeja desaprobaba con un gesto negativo si algún diputado estaba en desacuerdo, e inmediatamente salía al Salón de Pasos Perdidos donde lo esperaban todos los medios de comunicación, y con nombre y apellido denunciaba al diputado que no coincidía con su proyecto y por lo tanto tampoco estaba de acuerdo con su lucha contra la inseguridad.
Recuerdo como una anécdota maravillosa que el diputado Luis Zamora, que obviamente estaba en contra de todo el proyecto de Blumberg, se lo decía públicamente desde el recinto. Y cuando Blumberg se dio la vuelta para salir a Pasos Perdidos a hacerle la crítica en los medios, Zamora le decía: “Ya sé, Blumberg, que usted está yendo a hablar mal de mí ante todo el periodismo porque no pienso como usted”.
Hago este prólogo porque en la sesión pasada, para la que no se juntó quórum, se culpó a los diputados del oficialismo que estamos a favor de este proyecto, que queremos debatirlo y aprobarlo, porque no vinimos ya que sabíamos –como quedó demostrado hoy- que lo que buscaba la oposición era una escenografía que no pretendía otra cosa que juntar quórum para derivar el proyecto sobre Papel Prensa a las comisiones que a ellos les convenía.
Esto es más o menos lo mismo que lo que ocurre ahora, con la diferencia de que en este momento advierto que muchos diputados reconocen sensatamente que el problema de la inseguridad no tiene una receta única. Y es bueno que nos demos cuenta de que para resolver la inseguridad, que es un problema que tiene muchas aristas, necesariamente se deben tomar varias medidas, muchas de las cuales las ha ido tomando el gobierno nacional. El mejor antídoto contra la inseguridad es el trabajo, la inclusión, la educación y un Estado presente. Pero no es la solución mágica. Triste y lamentablemente, como decía el señor diputado De Narváez, no hay una solución mágica porque si no ya la hubiéramos puesto en marcha. No fue la solución mágica de Blumberg, que con asesores que habían sido funcionarios de la dictadura pretendía endurecer el Código Penal y así solucionar el problema.
Debatir este tema es muy bueno, y que después de tantas idas y venidas todo el arco político se haya puesto de acuerdo en un proyecto que tiene que ver con mejorar las condiciones de seguridad de los argentinos es un buen punto de partida.
Ahora tenemos que decir la verdad: la salidera bancaria es un delito que tiene su génesis adentro de un banco, es decir una institución público privada. A la luz de lo que nos dijo el diputado Heller existe una enorme cantidad de disposiciones del Banco Central que evidentemente los bancos no han hecho suyas y no han puesto en funcionamiento.
Tal como se intenta demostrar, no existe solamente una responsabilidad del Estado. Acá hay entidades bancarias que, en su carácter de dadoras de servicios, deberían haber atendido esa demanda de seguridad de sus clientes y empezar a resolver el problema.
Los bancos gastan millones de pesos en publicidad: ¿no podían poner mamparas? ¿No podían poner cámaras de seguridad en mejores ubicaciones? ¿No pueden hacer un control de la entidad moral de sus recursos humanos para evitar a los delatores y los marcadores, tal como sucedió en el caso de Carolina Píparo?
Este delito tiene su génesis adentro de un banco. Es decir, hay un empleado, un cajero, un guardia de seguridad o un tercero que logra ingresar pero no desarrolla ninguna actividad. Por el contrario, está observando quién sale del banco con dinero. En ese momento, hace una llamada telefónica para advertir a su cómplice acerca de las características que tiene la potencial víctima.
Por lo tanto, desde adentro del banco sale un ciudadano con un cartel que dice: “Llevo plata y soy fácil.” Como podemos advertir, y esto lo marcan las estadísticas, las víctimas son embarazadas, personas mayores y mujeres en condiciones de fragilidad. Tal como lo marcan las estadísticas, estas son personas sumamente vulnerables. Difícilmente sea víctima de una salidera bancaria Jorge “Acero” Cali.
Desde el Estado siempre vamos a estar en deuda con la seguridad en la medida en que haya un muerto debido a una acción delictual violenta, y mucho más en ocasión de robo, como en estos casos.
Pero también hay que decir que este delito que hoy estamos debatiendo tiene que ver con una decisión política relacionada con instituciones bancarias que deben ser responsables. Existen fallos que han establecido que los bancos han tenido que pagar la responsabilidad civil por esos perjuicios en virtud de que, como dadores de servicios, deben proteger y garantizar la seguridad a sus clientes.
Por eso, señora presidenta, vamos a votar afirmativamente este proyecto de ley. Celebramos desde este lugar que nos pongamos todos de acuerdo para debatir honestamente estos problemas de la gente. (Aplausos.)
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