El domingo 27 de febrero se cumplieron 22 años del Caracazo, hechos que marcaron el inicio del movimiento popular de resistencia tras 30 años de represión y miseria de la “democracia modelo” instaurada en Venezuela por los partidos tradicionales de la cuarta república.
Entre otras actividades se inauguró el monumento Plaza Memorial de "El Caracazo" en el Cementerio General del Sur y se realizó la inhumación de los restos de 71 victimas indentificadas que habìan sido enterradas en fosas comunes. Por la tarde, el pueblo venezolano recibió al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien se hizo presente en el Petare, punto final de la marcha multitudinaria que partìó a la mañana del Parque Miranda y que recorrió durante varias horas las calles de Caracas para decir que “más nunca” el pueblo olvidará lo sucedido ese 27 de febrero.
“Cuando el gobierno de Carlos Andrés Perez decretó el toque de queda, nos pusieron un tanque de guerra frente al bloque I. No podíamos ni asomarnos por la ventana, hubo apartamentos que los dejaron como un colador de balas” Tirsia. Habitante de Monte Piedad.
Al poco tiempo de asumir, Carlos Andres Perez (CAP) anunció un plan de ajuste neoliberal diseñado por el FMI y la oligarquía venezolana que derivó en fuertes aumentos de precios de alimentos y transportes. Aquel lunes 27 de febrero de 1989, los habitantes de Guatire, Guaremas, Los Teques y otras zonas de Caracas iniciaron protestas masivas contra los aumentos produciéndose saqueos a comercios y supermercados frente a la escasez de rubros de primera necesidad. Ya por la tarde de ese día la reacción popular se extendiò por todo el país abriendo paso a la criminal represión desatada por el gobierno de CAP, cuando sin piedad lanzó a miles de soldados a las calles para producir una de las más grandes masacres de América Latina.
Según los partes oficiales, en esos tres días asesinaron a 300 personas, pero otras fuentes mas fidedignas establecen el numero de victimas entre 2000 a 3000. Imposible saber el número exacto. La democracia neoliberal ocultó los cuerpos arrojandolos en fosas comunes.