Sarlo y la vacuna antikirchnerista

Me llegó hace unos días la columna de Beatriz Sarlo, “La conquista de las capas medias” publicada en La Nación, ya se que es noticia vieja, pero no la había leído hasta que cierto gorilaje progresista que a veces me rodea se la recomendó mutuamente. Me dio curiosidad.

Sarlo, con suma destreza, ofrece una guía para aquellos opositores desorientados que en los últimos tiempos se hayan sentido seducidos por algunas medidas del gobierno.

La columna empieza con el relato de una conversación entre la autora y un gay que le cuenta que pudo revelar su sexualidad en el trabajo después de la sanción de la ley de matrimonio igualitario. Sin embargo, confiesa que no termina de asumir su simpatía por el gobierno, simpatía que Sarlo comprende maternalmente desde una perspectiva histórica “Me acordé de viejos y torpes argumentos que descalificaban las políticas sociales del primer gobierno de Perón con la acusación de que así se conseguían los votos” Comprensión que dura unas líneas, porque el viejo y torpe argumento vuelve en palabras de Sarlo. “la ley de matrimonio gay no fue un proyecto de los Kirchner (…) hasta que alguien (…) consideró que había llegado el momento de juntar votos para el año que viene.”

A partir de ahí, la autora, ofrece algunos tips para resistirse al canto de sirena kirchnerista:

Recordar que “la idea original no les pertenece”
Examinar “si habría sido posible hacerlo antes o mejor”
Examinar “la coherencia con programas anteriores o futuros”
Advertir que “se apuran a dar lo que no dieron en siete años”
Advertir que “no tienen un programa coherente”

Así, los lectores inmunizados pueden concluir con Sarlo en su remate final “La falta de principios y el rejunte de lo nuevo y lo viejo, de lo progresista y lo inadmisible ya fue una característica del kirchnerismo con la que sería bueno terminar.”
Pero no da la menor pista sobre quien será el lider de la clase media, con principios, nuevo y progresista que termine con la experiencia populista y enderece al paìs con la vara de la buena ciudadanía.

Mientras lo encuentran, nosotros seguimos construyendo el proyecto nacional, tan generoso, que los incluye a ellos.

2 comentarios:

  1. Verla y oírla, me recuerdan a mis años de secundario en el Normal 6, con una regente que sólo remarcaba los "no" y no dejaba hacer nada, so pena de castigo con amonestaciones.
    Nunca una palabra de estímulo o aliento, ninguna sonrisa ni por asomo. Siempre con expresión dura y rictus amargo.
    Jamás destacó algo bueno, sólo marcaba y exhibía lo malo, a modo de ejemplo de lo que no se debía hacer.
    Podrá tener gran control del vocabulario y de la gramática para hablar y redactar con excelencia, pero sus expresiones y escritos sólo transmiten críticas, quejas y lamentos.
    No tienen lo más natural y que nos representa: humanidad.

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  2. "Proyecto Nacional generoso" ya lo creo, para ellos. Lo que son los demás, cada día que pasa, más pòbres.

    Te leo y te leo y me parece de Marte, todo descabellado y sin puntos de unión con mi percepción de la realidad.



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