PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA GALERÍA DE PATRIOTAS LATINOAMERICANOS, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO, EN LA CASA DE GOBIERNO
Muchas gracias.
Queridos compañeros mandatarios de los países de la América del Sur; señores gobernadores y gobernadoras de las provincias argentinas; legisladores y legisladoras; académicos; intelectuales; Madres; Abuelas; organizaciones de Derechos Humanos; trabajadores; empresarios: aquí estamos, 200 años después y creí que era una buena manera de conmemorarlos en este escenario, en la inauguración de la Galería de Patriotas Latinoamericanos, aquí en la Casa Rosada de Buenos Aires.
Aquí están todos; están nuestras grandes victorias y también están algunos fracasos amargos, pero sin los unos ni los otros, tal vez hoy no estaríamos conmemorando, como lo estamos haciendo.
Yo quiero contarles a mis amigos y colegas Jefes de Estado, que, cuando el pueblo argentino me honró con su voto para ser Presidenta de todos los argentinos, la celebración y la conmemoración de este Bicentenario, se transformó para todos nosotros en casi una obsesión.
Es que el otro, el primer Centenario, había sido llevado a cabo en un país en el que se había declarado el estado de sitio, era un país en el que los inmigrantes que habían venido de la vieja Europa a conseguir un trabajo o un plato de comida, habían traído también las ideas del viejo mundo, las nuevas ideas, anarquistas, socialistas y los festejos se debieron hacer entonces en virtud de la represión, en virtud de la persecución, Lula, -de esos dirigentes sindicales- un sindicalismo nuevo, incipiente en la República Argentina, en medio de un estado de sitio.
Y por esas cosas de la naturaleza también o de las ideas de querer siempre desde aquí parecernos a Europa y no ser nosotros mismos, americanos, latinoamericanos, habíamos traído como protagonista central de los festejos a un miembro de la Casa Real de España. Con todo el respeto que tenemos por todo, yo quería, en nombre de la historia de todos estos hombres y mujeres que están en esta Galería, y que en los últimos 200 años abonaron con su vida, con su sangre, con sus ideales, una América del Sur más democrática, con libertad pero para la igualdad; quería y queríamos darnos los argentinos un Bicentenario diferente; un Bicentenario popular, con el pueblo en las calles.
Hace apenas 27 años que tenemos una democracia continua en la República Argentina. Todos los argentinos pueden expresarse libremente, y yo quiero agradecerles el patriotismo, la alegría con que han festejado y están festejando este Bicentenario de la República Argentina. (APLAUSOS)
Desde el día viernes millones han salido a las calles a festejar, a reír, a estar junto al otro, a compartir, y quería hacerlo además, acompañada de los hombres que tienen responsabilidades de Estado en esta América del Sur y que también con nuestras diversidades, nuestros matices, nuestras identidades sabemos que el camino para nosotros es el mismo camino que tomaron San Martín, Bolívar, O´Higgins, Artigas, José Martí, que antes lo habían llevado a cabo los pueblos originarios, con mucha valentía. (APLAUSOS)
Si uno Nos mirara a todos nosotros, verían todos distintos orígenes, pero vería un solo objetivo: que sus pueblos, que sus sociedades tengan más libertad, más igualdad, más equitativa distribución de la riqueza, más educación, más salud.
Yo quiero decirles, amigos y compañeros, que en estos 200 años que comienza hoy a cumplir la Argentina y que van a venir otros Bicentenarios, hace poco estuve yo festejándolo en Caracas, nuestros pueblos están mejor que hace 100 años, pese a quien le pese, estamos mucho mejor que hace 100 años. (APLAUSOS)
Hace 100 años no existían los derechos sociales; hace 100 años estaba prohibida y era casi un delito la actividad sindical; hace 100 años, por lo menos aquí, no podíamos elegir libre y democráticamente a nuestros gobernantes que recién lo pudimos hacer a partir de la Ley Sáenz Peña donde se instauró el sufragio obligatorio, universal y secreto.
Luego vinieron otras historias que jalonaron todo el segundo siglo pero que sumadas, con victorias y con tragedias, pudimos cumplir estos 200 años con la más absoluta y profunda democracia de la que se tenga memoria, con libertad y con el compromiso de un gobierno que hoy también, por esas curiosidades de la historia, cumple años este proyecto que comenzó el 25 de mayo de 2003 y que hoy cumple exactamente siete años (APLAUSOS) y que quiere comprometerse con todos los argentinos, cualquiera sea su origen, su identidad, su pertenencia en el compromiso de defender los intereses sagrados de la patria, como lo hicieron todos y cada uno de los hombres y mujeres que integran esta Galería de Patriotas Latinoamericanos. (APLAUSOS)
Seguramente, nos equivocamos; seguramente, cometemos errores; seguramente, también, tenemos aciertos, pero todos, aún aquellos que no están de acuerdo con nosotros, saben que jamás tomaríamos una medida, una sola decisión en contra de los intereses de la Nación y del pueblo, que son la misma cosa. (APLAUSOS)
Por eso, hemos querido conmemorar y conmemorar es eso, no es solamente festejar, no nos gustan solamente los fastos con brillos sin contenidos. Creemos en la historia, creemos en la memoria, tenemos nuestra identidad, tenemos pasión por la verdad, por la memoria, por la justicia, pasión por la patria y, por eso, luego de inaugurar esta Galería de Patriotas Latinoamericanos, los vamos a invitar a ir frente a nuestro Cabildo, el mismo Cabildo en el cual hace 200 años, hombres y mujeres se congregaron para preguntar de qué se trataba. Había muchos que ya sabían de qué se trataba.
Nos cuestan visiones muchas veces e historias edulcoradas de esas jornadas gloriosas. No fueron tan pacíficas, no fueron consensuadas, fueron de hombres y mujeres, de un Castelli, que furibundo ingresó a ese Cabildo el 22 de mayo a decir que si no conformaban el gobierno patrio iban a venir con las armas y los iban a venir a conformar ellos.
Es bueno conocer toda la historia para saber que hay múltiples formas de dar batallas y ellos tenían que dar esa batalla contra aquel colonialismo y siempre hay que dar batallas, la vida es una asociación de pequeñas batallas, en nuestras vidas cotidianas, en nuestra vida familiar, en nuestra vida personal, de diferentes formas, obviamente, y por favor nadie diga mañana que la Presidenta de la República Argentina está llamando a alguna batalla, no, de ninguna manera. Tenemos hoy la fortaleza de ser un país constituido, un país sujeto del Derecho Internacional y que respeta el Derecho Internacional a rajatabla y lo vamos a seguir haciendo porque se ha violado demasiadas veces en nuestro país la Constitución, la libertad y la democracia y, en nombre de esa violación, se cometieron otras peores. (APLAUSOS)
Por eso, yo quiero finalizar agradeciendo la presencia de todos ustedes y, una vez más, con la plenipotencia que me han dado todos los países de la América del Sur, de América latina, del Caribe, en esa maravillosa reunión que tuvimos en Cancún cuando por unanimidad apoyaron a nuestro país la República Argentina en su reclamo de soberanía por nuestras Islas Malvinas, (APLAUSOS) volvemos aquí, en nuestros 200 años, con firmeza y convicción de saber que como sujetos del Derecho Internacional, tenemos que respetar, precisamente, las normas a las cuales todos, grandes y chicos, poderosos y débiles, tenemos que estar sujetos como única forma de vivir en un mundo civilizado.
Yo quiero convocar en estos 200 años a todos los argentinos a construir un país en el cual todos podamos sentirnos parte de él, no solamente porque se está en el Gobierno o en otro lugar, sino porque hemos sabido superar diferencias y construir un proyecto estratégico que nos guíe como fue este proyecto estratégico que tuvieron los patriotas ese 25 de mayo de 1810.
Luego tuvimos muchas dificultades, muchos enfrentamientos, muchas divisiones. La historia no se escribe muchas veces sobre el renglón prolijamente y con letra clara, muchas veces la letra es torcida y hay que escribirla igual.
Por eso, quiero convocar con mucha humildad, con absoluta humildad a todos mis compatriotas, no solamente a compartir un día que es el del Bicentenario, sino a compartir los 365 días del año el esfuerzo de construir una nación para todos. (APLAUSOS)
Todos los que estamos aquí hoy, tenemos la suerte de poder valernos por nosotros mismos, tener casa, tener seguridades que otros argentinos y otros compatriotas latinoamericanos todavía no tienen. Por ellos, tenemos que seguir trabajando con el compromiso vigente de estos hombres y mujeres.
Allí está la historia de cada uno de ellos, al pie de sus retratos, historias heroicas y también historias de exilios y de olvidos en muchos casos. De olvidos, tal vez, en algún libro de texto de historia, pero todos estos hombres y mujeres están definitivamente en el corazón de sus pueblos y en la historia grande de la América latina.
En nombre de ellos, muchas gracias, muchas gracias Rafael; muchas gracias, Hugo, Lula, gracias Sebastián, Evo, Fernando, Pepe, Miguel Zelaya, Martín Torrijos, muchas gracias por acompañarnos en el 200 cumpleaños de la patria. (APLAUSOS) Gracias.
¡Viva la patria! ¡Viva Argentina! ¡Viva América latina!
Muchas gracias. (APLAUSOS)
25 de mayo de 2010
Muchas gracias.
Queridos compañeros mandatarios de los países de la América del Sur; señores gobernadores y gobernadoras de las provincias argentinas; legisladores y legisladoras; académicos; intelectuales; Madres; Abuelas; organizaciones de Derechos Humanos; trabajadores; empresarios: aquí estamos, 200 años después y creí que era una buena manera de conmemorarlos en este escenario, en la inauguración de la Galería de Patriotas Latinoamericanos, aquí en la Casa Rosada de Buenos Aires.
Aquí están todos; están nuestras grandes victorias y también están algunos fracasos amargos, pero sin los unos ni los otros, tal vez hoy no estaríamos conmemorando, como lo estamos haciendo.
Yo quiero contarles a mis amigos y colegas Jefes de Estado, que, cuando el pueblo argentino me honró con su voto para ser Presidenta de todos los argentinos, la celebración y la conmemoración de este Bicentenario, se transformó para todos nosotros en casi una obsesión.
Es que el otro, el primer Centenario, había sido llevado a cabo en un país en el que se había declarado el estado de sitio, era un país en el que los inmigrantes que habían venido de la vieja Europa a conseguir un trabajo o un plato de comida, habían traído también las ideas del viejo mundo, las nuevas ideas, anarquistas, socialistas y los festejos se debieron hacer entonces en virtud de la represión, en virtud de la persecución, Lula, -de esos dirigentes sindicales- un sindicalismo nuevo, incipiente en la República Argentina, en medio de un estado de sitio.
Y por esas cosas de la naturaleza también o de las ideas de querer siempre desde aquí parecernos a Europa y no ser nosotros mismos, americanos, latinoamericanos, habíamos traído como protagonista central de los festejos a un miembro de la Casa Real de España. Con todo el respeto que tenemos por todo, yo quería, en nombre de la historia de todos estos hombres y mujeres que están en esta Galería, y que en los últimos 200 años abonaron con su vida, con su sangre, con sus ideales, una América del Sur más democrática, con libertad pero para la igualdad; quería y queríamos darnos los argentinos un Bicentenario diferente; un Bicentenario popular, con el pueblo en las calles.
Hace apenas 27 años que tenemos una democracia continua en la República Argentina. Todos los argentinos pueden expresarse libremente, y yo quiero agradecerles el patriotismo, la alegría con que han festejado y están festejando este Bicentenario de la República Argentina. (APLAUSOS)
Desde el día viernes millones han salido a las calles a festejar, a reír, a estar junto al otro, a compartir, y quería hacerlo además, acompañada de los hombres que tienen responsabilidades de Estado en esta América del Sur y que también con nuestras diversidades, nuestros matices, nuestras identidades sabemos que el camino para nosotros es el mismo camino que tomaron San Martín, Bolívar, O´Higgins, Artigas, José Martí, que antes lo habían llevado a cabo los pueblos originarios, con mucha valentía. (APLAUSOS)
Si uno Nos mirara a todos nosotros, verían todos distintos orígenes, pero vería un solo objetivo: que sus pueblos, que sus sociedades tengan más libertad, más igualdad, más equitativa distribución de la riqueza, más educación, más salud.
Yo quiero decirles, amigos y compañeros, que en estos 200 años que comienza hoy a cumplir la Argentina y que van a venir otros Bicentenarios, hace poco estuve yo festejándolo en Caracas, nuestros pueblos están mejor que hace 100 años, pese a quien le pese, estamos mucho mejor que hace 100 años. (APLAUSOS)
Hace 100 años no existían los derechos sociales; hace 100 años estaba prohibida y era casi un delito la actividad sindical; hace 100 años, por lo menos aquí, no podíamos elegir libre y democráticamente a nuestros gobernantes que recién lo pudimos hacer a partir de la Ley Sáenz Peña donde se instauró el sufragio obligatorio, universal y secreto.
Luego vinieron otras historias que jalonaron todo el segundo siglo pero que sumadas, con victorias y con tragedias, pudimos cumplir estos 200 años con la más absoluta y profunda democracia de la que se tenga memoria, con libertad y con el compromiso de un gobierno que hoy también, por esas curiosidades de la historia, cumple años este proyecto que comenzó el 25 de mayo de 2003 y que hoy cumple exactamente siete años (APLAUSOS) y que quiere comprometerse con todos los argentinos, cualquiera sea su origen, su identidad, su pertenencia en el compromiso de defender los intereses sagrados de la patria, como lo hicieron todos y cada uno de los hombres y mujeres que integran esta Galería de Patriotas Latinoamericanos. (APLAUSOS)
Seguramente, nos equivocamos; seguramente, cometemos errores; seguramente, también, tenemos aciertos, pero todos, aún aquellos que no están de acuerdo con nosotros, saben que jamás tomaríamos una medida, una sola decisión en contra de los intereses de la Nación y del pueblo, que son la misma cosa. (APLAUSOS)
Por eso, hemos querido conmemorar y conmemorar es eso, no es solamente festejar, no nos gustan solamente los fastos con brillos sin contenidos. Creemos en la historia, creemos en la memoria, tenemos nuestra identidad, tenemos pasión por la verdad, por la memoria, por la justicia, pasión por la patria y, por eso, luego de inaugurar esta Galería de Patriotas Latinoamericanos, los vamos a invitar a ir frente a nuestro Cabildo, el mismo Cabildo en el cual hace 200 años, hombres y mujeres se congregaron para preguntar de qué se trataba. Había muchos que ya sabían de qué se trataba.
Nos cuestan visiones muchas veces e historias edulcoradas de esas jornadas gloriosas. No fueron tan pacíficas, no fueron consensuadas, fueron de hombres y mujeres, de un Castelli, que furibundo ingresó a ese Cabildo el 22 de mayo a decir que si no conformaban el gobierno patrio iban a venir con las armas y los iban a venir a conformar ellos.
Es bueno conocer toda la historia para saber que hay múltiples formas de dar batallas y ellos tenían que dar esa batalla contra aquel colonialismo y siempre hay que dar batallas, la vida es una asociación de pequeñas batallas, en nuestras vidas cotidianas, en nuestra vida familiar, en nuestra vida personal, de diferentes formas, obviamente, y por favor nadie diga mañana que la Presidenta de la República Argentina está llamando a alguna batalla, no, de ninguna manera. Tenemos hoy la fortaleza de ser un país constituido, un país sujeto del Derecho Internacional y que respeta el Derecho Internacional a rajatabla y lo vamos a seguir haciendo porque se ha violado demasiadas veces en nuestro país la Constitución, la libertad y la democracia y, en nombre de esa violación, se cometieron otras peores. (APLAUSOS)
Por eso, yo quiero finalizar agradeciendo la presencia de todos ustedes y, una vez más, con la plenipotencia que me han dado todos los países de la América del Sur, de América latina, del Caribe, en esa maravillosa reunión que tuvimos en Cancún cuando por unanimidad apoyaron a nuestro país la República Argentina en su reclamo de soberanía por nuestras Islas Malvinas, (APLAUSOS) volvemos aquí, en nuestros 200 años, con firmeza y convicción de saber que como sujetos del Derecho Internacional, tenemos que respetar, precisamente, las normas a las cuales todos, grandes y chicos, poderosos y débiles, tenemos que estar sujetos como única forma de vivir en un mundo civilizado.
Yo quiero convocar en estos 200 años a todos los argentinos a construir un país en el cual todos podamos sentirnos parte de él, no solamente porque se está en el Gobierno o en otro lugar, sino porque hemos sabido superar diferencias y construir un proyecto estratégico que nos guíe como fue este proyecto estratégico que tuvieron los patriotas ese 25 de mayo de 1810.
Luego tuvimos muchas dificultades, muchos enfrentamientos, muchas divisiones. La historia no se escribe muchas veces sobre el renglón prolijamente y con letra clara, muchas veces la letra es torcida y hay que escribirla igual.
Por eso, quiero convocar con mucha humildad, con absoluta humildad a todos mis compatriotas, no solamente a compartir un día que es el del Bicentenario, sino a compartir los 365 días del año el esfuerzo de construir una nación para todos. (APLAUSOS)
Todos los que estamos aquí hoy, tenemos la suerte de poder valernos por nosotros mismos, tener casa, tener seguridades que otros argentinos y otros compatriotas latinoamericanos todavía no tienen. Por ellos, tenemos que seguir trabajando con el compromiso vigente de estos hombres y mujeres.
Allí está la historia de cada uno de ellos, al pie de sus retratos, historias heroicas y también historias de exilios y de olvidos en muchos casos. De olvidos, tal vez, en algún libro de texto de historia, pero todos estos hombres y mujeres están definitivamente en el corazón de sus pueblos y en la historia grande de la América latina.
En nombre de ellos, muchas gracias, muchas gracias Rafael; muchas gracias, Hugo, Lula, gracias Sebastián, Evo, Fernando, Pepe, Miguel Zelaya, Martín Torrijos, muchas gracias por acompañarnos en el 200 cumpleaños de la patria. (APLAUSOS) Gracias.
¡Viva la patria! ¡Viva Argentina! ¡Viva América latina!
Muchas gracias. (APLAUSOS)
25 de mayo de 2010