El 28 de febrero de 1988, la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas emitió dictamen en el expediente 2784, caratulado “Papel prensa SA s/ presuntas irregularidades en su constitución, administración y transferencia de acciones”. Clarin y La Nación, afirmaron que en el resultado de esta investigación no se encontraron irregularidades en la transferencia de acciones. Y es parcialmente cierto.
La Fiscalía en el punto 4. dice “La Junta de comandantes integrada por Jorge Rafael Videla, Eduardo Emilio Massera y Orlando Ramón Agosti, máxima autoridad de facto a fines de 1976, a pesar de conocer y estar investigando aquella vinculación entre Graiver y Montoneros, autorizó al grupo Graiver a transferir las acciones del grupo “A” a los periódicos Clarín, La Nacion y La Razon apenas un mes antes de la detención, desaparición e interdicción de aquéllos, ocultando todo lo referente a dicha vinculación hasta que la transacción quedó concretada, lo cual constituye el delito de encubrimiento por omisión de denuncia (artículo 277 del Código Penal)
La primera cuestión que hay que aclarar es que la Fiscalía no investigó a los “compradores” de las acciones porque no era su competencia, sin embargo reconoce que a pesar de que la dictadura investigaba las supuestas relaciones entre el Grupo Graiver y Montoneros, autorizó la transferencia a los diarios, secuestrando y sometiendo a los integrantes del Grupo a Consejo de Guerra un mes después.
La segunda cuestión es que los compradores sabían del acecho de la dictadura sobre Graiver, a tal punto que era habitual la publicación de noticias contra el Grupo meses antes de la venta y compran las acciones un mes antes del secuestro de la familia Graiver y de la interdicción de sus bienes en la CONAREPA.
Uno de los puntos que se usaron para justificar la destrucción del Grupo Graiver fue la supuesta relación entre Graiver y Montoneros. Tesis apropiada por la Fiscalía en los puntos 3 y 11 del dictamen, en años de la “teoría de los dos demonios”, Dice la Fiscalía, ya en relación con la restitución de bienes de la Conarepa a la familia Graiver, “A pesar de ser de público y notorio conocimiento y hallarse no sólo probado en la causa como en otras judiciales, y confesado por los propios integrantes del grupo Graiver, que la organización Montoneros, a la sazón, declarada ilegal, habría entregado a David Graiver diez millones de dólares (…)”
El problema es que no existen pruebas materiales de la existencia de esa relación. Quizás de ahí provenga el “habría” de la Fiscalía. Por otra parte, la Embajada de Estados Unidos informa en un telegrama desclasificado del 25/4/77 que según sus fuentes de inteligencia militar y policial no hay ninguna información que apoye la tesis que Montoneros usó a Graiver o sus bancos para “lavar” sumas de dinero. Información que se repite en otro comunicado posterior.
Mas allá de los pormenores de este relato, estos hechos demuestran una acción conjunta, un objetivo común entre la dictadura y Clarin y la Nación: Por parte de la dictadura, la destrucción del Grupo Graiver y por parte de los diarios quedarse con Papel Prensa. Y eso sucedió.
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