Pasaron dos cosas previsibles. Perdio el PJ en Catamarca y la oposición política y mediática festejó nuestra derrota.
A pesar de haber reducido la distancia, la diferencia de 12 puntos marca un camino necesario de debate y renovación en el distrito, especialmente ahora, cuando el ·radicalismo K abandonó el proyecto nacional y Barrionuevo y Saadi abandonaron al peronismo.
Pero la cuestión a debatir es la intervención de Nestor Kirchner en la campaña electoral. Hay compañeros que esperaban la prescindencia de Nestor en Catamarca, para “no quemarse” con la lista cachivache. Pero no es ni debe ser así. Kirchner es el presidente de nuestro partido y debe acompañar “en cada pueblo” cada vez que se ponga en juego nuestra representación incluso cuando se nos presente difícil. Sin duda, algunas veces nos toca sostener “compañeros” que parece mejor perderlos que encontrarlos, pero en todo caso su desplazamiento es responsabilidad de la militancia. Esto hay que tenerlo presente sino caeríamos en la practica progre del armado de “listas de figurones” sin convicción.
Es un trabajo arduo y lento, como toda militancia, pero el contorno del proyecto esta marcado. El que se sienta adentro y pierda que la pelee, el que se sienta afuera, que se vaya.
A pesar de haber reducido la distancia, la diferencia de 12 puntos marca un camino necesario de debate y renovación en el distrito, especialmente ahora, cuando el ·radicalismo K abandonó el proyecto nacional y Barrionuevo y Saadi abandonaron al peronismo.
Pero la cuestión a debatir es la intervención de Nestor Kirchner en la campaña electoral. Hay compañeros que esperaban la prescindencia de Nestor en Catamarca, para “no quemarse” con la lista cachivache. Pero no es ni debe ser así. Kirchner es el presidente de nuestro partido y debe acompañar “en cada pueblo” cada vez que se ponga en juego nuestra representación incluso cuando se nos presente difícil. Sin duda, algunas veces nos toca sostener “compañeros” que parece mejor perderlos que encontrarlos, pero en todo caso su desplazamiento es responsabilidad de la militancia. Esto hay que tenerlo presente sino caeríamos en la practica progre del armado de “listas de figurones” sin convicción.
Es un trabajo arduo y lento, como toda militancia, pero el contorno del proyecto esta marcado. El que se sienta adentro y pierda que la pelee, el que se sienta afuera, que se vaya.
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