Muchas gracias.
Señor Intendente de la ciudad de Córdoba; señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señor Embajador de la República de Francia; queridos Veteranos de nuestras Islas Malvinas; señores jefes de las Fuerzas Armadas: déjenme contarles que ayer, cuando firmaba el proyecto de ley por el cual vamos a transferir al Estado Nacional, las acciones que permitirán que este instrumento estratégico en el desarrollo nacional en cuanto a tecnología, en cuanto a aeronáutica vuelva al patrimonio del Estado, me acordé también de otros momentos de mi gestión, de lo que constituyó la firma, por ejemplo, de la nacionalización y estatización de Aerolíneas Argentinas. (APLAUSOS)
Me acordé también del proyecto de ley que envié al Parlamento, para que el ahorro público argentino, constituido por los aportes de nuestros trabajadores, volviera a ser administrado por el Estado.
Y permítanme decirles que siento estar cumpliendo el compromiso que en el año 2007 le hice a todos los argentinos, que era el de profundizar el proceso de cambio y transformación que habíamos iniciado en el año 2003: recuperar, recuperar instrumentos estratégicos que tienen que ver con nuestros éxitos más resonantes como país; nos pone también en la obligación y la responsabilidad de entender que fue lo que le pasó a este país, nuestro país.
Tal vez, pocos lugares como este, reflejen la historia de nuestros triunfos, de nuestras capacidades, de nuestros talentos y también, de nuestras frustraciones. No digo fracasos, porque el fracaso siempre implica una cuota de responsabilidad, pero aquí hubo un plan, hubo una estrategia que no fue la de la Nación, sino que fue la de desmontar prolijamente todos los instrumentos de autonomía y soberanía nacional que implica la tecnología, que implica la investigación, que implica la industria, que implica el trabajo para convertirnos luego, solamente, en un país de servicios.
En este lugar, durante los años ´45 al ´55, en el desarrollo del proceso industrialista más importante que recuerde nuestro país y bajo la impronta de un gran argentino, como fue el brigadier San Martín, surgieron esos orgullos nacionales que constituyeron la base de nuestra industria aeronáutica, el Pulqui, más tarde el Pucará y también este Pampa que tengo hoy aquí en la solapa. Todo esto se hizo aquí, la moto Puma, éramos un país con futuro y con presente, un país que generaba trabajo, un país que generaba tecnología e innovación a través del conocimiento que son precisamente los instrumentos que desarrollan la economía de un país, el progreso de una sociedad; la movilidad social ascendente que permite que los hijos de los trabajadores puedan llegar a la universidad y, tal vez, ocupar las más altas magistraturas de un municipio, de una provincia y también de la República Argentina. Eso era este lugar donde estamos hoy aquí.
Es compromiso de esta Presidenta el lograr que aquí se vuelva a reconstruir la industria, la capacidad tecnológica en materia aeronáutica, para que conjuntamente con la recuperación de nuestra línea de Bandera, tengamos entonces nuevamente como punta de lanza el desarrollo industrial de la Argentina.
Creo que además de la responsabilidad que tengan los gobernantes, está también la responsabilidad de todos y cada uno de los hombres y mujeres que trabajan aquí: operarios, técnicos, supervisores, directores. De la misma manera que convoqué a los hombres y mujeres de Aerolíneas Argentinas para recuperar el prestigio perdido y volver a constituirnos una línea de Bandera, orgullo en materia de aeronavegación comercial, yo quiero convocarlos a todos ustedes, hombres y mujeres, de esto que en adelante se llamará Brigadier San Martín, en honor a ese hombre que tanto amó este lugar, en honor a esos hombres, a esas mujeres que siempre creyeron en nuestra inteligencia, en nuestra capacidad. (APLAUSOS)
Hay que honrarlos, no solamente poniéndole el nombre a este fábrica, sino tomando su ejemplo de vida con el compromiso del trabajo y del esfuerzo, porque esto se hace con recursos pero también se hace con una profunda vocación, un profundo compromiso con el trabajo, el crecimiento y el país.
Siempre digo que uno siempre debe tratar de ser el mejor, cualquiera sea el lugar que le toque ocupar en la sociedad o que haya elegido por vocación. No hay trabajo pequeño cuando se desempeña con lealtad, honestidad y patriotismo. Todos los lugares son importantes en un país para construir futuro y presente. (APLAUSOS)
Argentinos y argentinos: tenemos que volver a articular todos los pedazos que, como un rompecabezas fueron desarmando para en definitiva desarmar al país de su potencial, de su capacidad. Nada fue casual. Hoy comentábamos que tenemos más de 237 pilotos de Aerolíneas Argentinas capacitándose en el exterior. El objetivo debe ser traer simuladores aquí y que vengan a capacitarse aquí, a la ciudad de Córdoba, a este lugar, y para eso tenemos que trabajar. (APLAUSOS)
Tenemos que trabajar para que también todo el mantenimiento pesado de nuestra línea de Bandera de Aerolíneas Argentinas, también se venga a hacer aquí. (APLAUSOS)
Tenemos que trabajar para lograr que aquellas empresas a las cuales le compremos aviones hasta que tengamos la capacidad de volver a producirlos enteramente nosotros, también tomen el compromiso de construir parte de esos equipos, aquí. Ese debe ser el trabajo de todos y cada uno de nosotros: el compromiso de ir armando las piezas una a una. (APLAUSOS)
Creo además que esta fenomenal crisis internacional sin precedentes, algunos dicen que es superior aún a la de 1930, también puede significar para nuestro país, una oportunidad, y en consonancia con todo lo que vengo desarrollando iniciar una nueva sustitución de importaciones en todas aquellas áreas que tengamos competitividad, precisamente para poder recuperar la estrategia que alguna vez se hizo carne en la República Argentina y que permitió colocarnos a la cabeza de la primera industria aeronáutica y la más importante industria metalmecánica de todos el continente.
Esto se hizo en épocas donde había inmensas dificultades también en materia de comunicaciones, en materia de avance tecnológico. Hoy tenemos entonces, el desafío de volver a construir esa capacidad operativa de diseño y de producción, porque tenemos los hombres y las mujeres que pensaron a esa Argentina y que pensaron esos instrumentos. Tenemos la capacidad de nuestros trabajadores altamente calificados, aquí, en esta Córdoba, orgullo de la metalmecánica y de la industria aeronáutica. Y tenemos además, lo que moviliza y transforma la realidad que es la voluntad inclaudicable de ser un país con autonomía y soberanía nacional. Eso es lo que moviliza, eso es lo que convoca. (APLAUSOS)
Y quiero decirles que tengo toda la decisión y toda la vocación para profundizar este proceso de cambio y transformación. Sé que cada vez que se inician procesos de profundización en la transformación y en el cambio, se tocan intereses, minoritarios pero poderosos. No me voy a amilanar como nunca lo hice. Al contrario, cuanto más piedras algunos quieran poner en el camino para torcer esa voluntad, más fuerza me van a dar, porque las mujeres somos así, estamos acostumbradas a la adversidad, estamos acostumbradas a tener que trabajar el doble y hacer esfuerzos dobles para que nos reconozcan.
Por eso digo que los que crean que poniendo algunas piedras en el camino, agraviando o descalificando van a torcer mi voluntad, no saben. Mi voluntad es la de ustedes, la de millones de argentinos que están decididos a vivir en un país diferente, a volver a estar orgullosos de ser argentinos y a agitar esas banderas. (APLAUSOS)
En nombre de ustedes, por ustedes y con ustedes vamos a seguir adelante, por esta Argentina, por su soberanía, por su autonomía, por su trabajo, por su producción.
Adelante, a seguir trabajando con la misma fuerza de siempre, con la Bandera en alto y también con nuestros ideales en la mano, en el corazón y en la cabeza. (APLAUSOS)
Muchas gracias Córdoba; muchas gracias trabajadores; gracias Veteranos. Muchas gracias, los quiero mucho. Gracias. (APLAUSOS)
Señor Intendente de la ciudad de Córdoba; señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señor Embajador de la República de Francia; queridos Veteranos de nuestras Islas Malvinas; señores jefes de las Fuerzas Armadas: déjenme contarles que ayer, cuando firmaba el proyecto de ley por el cual vamos a transferir al Estado Nacional, las acciones que permitirán que este instrumento estratégico en el desarrollo nacional en cuanto a tecnología, en cuanto a aeronáutica vuelva al patrimonio del Estado, me acordé también de otros momentos de mi gestión, de lo que constituyó la firma, por ejemplo, de la nacionalización y estatización de Aerolíneas Argentinas. (APLAUSOS)
Me acordé también del proyecto de ley que envié al Parlamento, para que el ahorro público argentino, constituido por los aportes de nuestros trabajadores, volviera a ser administrado por el Estado.
Y permítanme decirles que siento estar cumpliendo el compromiso que en el año 2007 le hice a todos los argentinos, que era el de profundizar el proceso de cambio y transformación que habíamos iniciado en el año 2003: recuperar, recuperar instrumentos estratégicos que tienen que ver con nuestros éxitos más resonantes como país; nos pone también en la obligación y la responsabilidad de entender que fue lo que le pasó a este país, nuestro país.
Tal vez, pocos lugares como este, reflejen la historia de nuestros triunfos, de nuestras capacidades, de nuestros talentos y también, de nuestras frustraciones. No digo fracasos, porque el fracaso siempre implica una cuota de responsabilidad, pero aquí hubo un plan, hubo una estrategia que no fue la de la Nación, sino que fue la de desmontar prolijamente todos los instrumentos de autonomía y soberanía nacional que implica la tecnología, que implica la investigación, que implica la industria, que implica el trabajo para convertirnos luego, solamente, en un país de servicios.
En este lugar, durante los años ´45 al ´55, en el desarrollo del proceso industrialista más importante que recuerde nuestro país y bajo la impronta de un gran argentino, como fue el brigadier San Martín, surgieron esos orgullos nacionales que constituyeron la base de nuestra industria aeronáutica, el Pulqui, más tarde el Pucará y también este Pampa que tengo hoy aquí en la solapa. Todo esto se hizo aquí, la moto Puma, éramos un país con futuro y con presente, un país que generaba trabajo, un país que generaba tecnología e innovación a través del conocimiento que son precisamente los instrumentos que desarrollan la economía de un país, el progreso de una sociedad; la movilidad social ascendente que permite que los hijos de los trabajadores puedan llegar a la universidad y, tal vez, ocupar las más altas magistraturas de un municipio, de una provincia y también de la República Argentina. Eso era este lugar donde estamos hoy aquí.
Es compromiso de esta Presidenta el lograr que aquí se vuelva a reconstruir la industria, la capacidad tecnológica en materia aeronáutica, para que conjuntamente con la recuperación de nuestra línea de Bandera, tengamos entonces nuevamente como punta de lanza el desarrollo industrial de la Argentina.
Creo que además de la responsabilidad que tengan los gobernantes, está también la responsabilidad de todos y cada uno de los hombres y mujeres que trabajan aquí: operarios, técnicos, supervisores, directores. De la misma manera que convoqué a los hombres y mujeres de Aerolíneas Argentinas para recuperar el prestigio perdido y volver a constituirnos una línea de Bandera, orgullo en materia de aeronavegación comercial, yo quiero convocarlos a todos ustedes, hombres y mujeres, de esto que en adelante se llamará Brigadier San Martín, en honor a ese hombre que tanto amó este lugar, en honor a esos hombres, a esas mujeres que siempre creyeron en nuestra inteligencia, en nuestra capacidad. (APLAUSOS)
Hay que honrarlos, no solamente poniéndole el nombre a este fábrica, sino tomando su ejemplo de vida con el compromiso del trabajo y del esfuerzo, porque esto se hace con recursos pero también se hace con una profunda vocación, un profundo compromiso con el trabajo, el crecimiento y el país.
Siempre digo que uno siempre debe tratar de ser el mejor, cualquiera sea el lugar que le toque ocupar en la sociedad o que haya elegido por vocación. No hay trabajo pequeño cuando se desempeña con lealtad, honestidad y patriotismo. Todos los lugares son importantes en un país para construir futuro y presente. (APLAUSOS)
Argentinos y argentinos: tenemos que volver a articular todos los pedazos que, como un rompecabezas fueron desarmando para en definitiva desarmar al país de su potencial, de su capacidad. Nada fue casual. Hoy comentábamos que tenemos más de 237 pilotos de Aerolíneas Argentinas capacitándose en el exterior. El objetivo debe ser traer simuladores aquí y que vengan a capacitarse aquí, a la ciudad de Córdoba, a este lugar, y para eso tenemos que trabajar. (APLAUSOS)
Tenemos que trabajar para que también todo el mantenimiento pesado de nuestra línea de Bandera de Aerolíneas Argentinas, también se venga a hacer aquí. (APLAUSOS)
Tenemos que trabajar para lograr que aquellas empresas a las cuales le compremos aviones hasta que tengamos la capacidad de volver a producirlos enteramente nosotros, también tomen el compromiso de construir parte de esos equipos, aquí. Ese debe ser el trabajo de todos y cada uno de nosotros: el compromiso de ir armando las piezas una a una. (APLAUSOS)
Creo además que esta fenomenal crisis internacional sin precedentes, algunos dicen que es superior aún a la de 1930, también puede significar para nuestro país, una oportunidad, y en consonancia con todo lo que vengo desarrollando iniciar una nueva sustitución de importaciones en todas aquellas áreas que tengamos competitividad, precisamente para poder recuperar la estrategia que alguna vez se hizo carne en la República Argentina y que permitió colocarnos a la cabeza de la primera industria aeronáutica y la más importante industria metalmecánica de todos el continente.
Esto se hizo en épocas donde había inmensas dificultades también en materia de comunicaciones, en materia de avance tecnológico. Hoy tenemos entonces, el desafío de volver a construir esa capacidad operativa de diseño y de producción, porque tenemos los hombres y las mujeres que pensaron a esa Argentina y que pensaron esos instrumentos. Tenemos la capacidad de nuestros trabajadores altamente calificados, aquí, en esta Córdoba, orgullo de la metalmecánica y de la industria aeronáutica. Y tenemos además, lo que moviliza y transforma la realidad que es la voluntad inclaudicable de ser un país con autonomía y soberanía nacional. Eso es lo que moviliza, eso es lo que convoca. (APLAUSOS)
Y quiero decirles que tengo toda la decisión y toda la vocación para profundizar este proceso de cambio y transformación. Sé que cada vez que se inician procesos de profundización en la transformación y en el cambio, se tocan intereses, minoritarios pero poderosos. No me voy a amilanar como nunca lo hice. Al contrario, cuanto más piedras algunos quieran poner en el camino para torcer esa voluntad, más fuerza me van a dar, porque las mujeres somos así, estamos acostumbradas a la adversidad, estamos acostumbradas a tener que trabajar el doble y hacer esfuerzos dobles para que nos reconozcan.
Por eso digo que los que crean que poniendo algunas piedras en el camino, agraviando o descalificando van a torcer mi voluntad, no saben. Mi voluntad es la de ustedes, la de millones de argentinos que están decididos a vivir en un país diferente, a volver a estar orgullosos de ser argentinos y a agitar esas banderas. (APLAUSOS)
En nombre de ustedes, por ustedes y con ustedes vamos a seguir adelante, por esta Argentina, por su soberanía, por su autonomía, por su trabajo, por su producción.
Adelante, a seguir trabajando con la misma fuerza de siempre, con la Bandera en alto y también con nuestros ideales en la mano, en el corazón y en la cabeza. (APLAUSOS)
Muchas gracias Córdoba; muchas gracias trabajadores; gracias Veteranos. Muchas gracias, los quiero mucho. Gracias. (APLAUSOS)
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