El jueves se realizo una nueva marcha organizada por activistas, partidos opositores y medios hegemònicos. La gente, como dice TN, concurrio masivamente aunque en menor cantidad que la anterior. Gente de clase media, media alta y alta. Gente de la zona Norte de la Ciudad. Los reclamos y quejas contra el gobierno fueron tan diversas como tan amplio fue el espectro ideológico y polìtico de los concurrentes. Dólar, inflación, inseguridad, denuncias de corrupción, el estilo k, fueron el centro de las criticas, sumando ahora los proyectos relacionados con el Poder Judicial, de los cuales la mayorìa conoce sòlo a partir de los titulares de los medios opositores. Tampoco falto la intolerancia y agresion.
¿ Es posible pensar que la suma de reclamos se puede resumir en un programa politico comùn ?
¿ Es posible que, de lograrse ese programa comun, pueda representarse en la suma de partidos y referentes politicos opositores ?
Toda o casi toda la oposición politica estaba presente: Alfonsín, Gil Lavedra, Barletta, Binner, Donda, Tumini, Carriò, Castells, De Narvaez, Pinedo, Bertol, Amadeo, Bullrich, Bergman, Carrió, Prat Gay, Solanas y el Momo Venegas etc.
Ahí estaban las tradiciones criollas conservadoras, liberales, radicales, socialistas, parte la de centroizquierda y sindicales, que se reducen, por propia voluntad y por el trazo grueso de los medios, en un solo proyecto: Unidad de la oposiciòn, como expresión vacia de la multiplicidad de reclamos y contracara de su propia realidad, la impotencia electoral.
Ahí estaban las tradiciones criollas conservadoras, liberales, radicales, socialistas, parte la de centroizquierda y sindicales, que se reducen, por propia voluntad y por el trazo grueso de los medios, en un solo proyecto: Unidad de la oposiciòn, como expresión vacia de la multiplicidad de reclamos y contracara de su propia realidad, la impotencia electoral.
Los tiempos corren, en dos meses vence el plazo para la presentación de alianzas y el supuesto clamor de unidad de los representados resulta necesario para justificar cualquier tipo de rejunte frente a una dura realidad: En seis meses la oposición pone en juego las bancas que obtuvieron en su mejor elecciòn, la del 2009. De esta manera, de 127 diputados, el Frente para la Victoria sòlo pone en juego 38, por lo cual revertir las mayorias parece un objetivo de difícil cumplimiento.
Por otra parte, sabemos que la suma de voluntades politicas no siempre obtienen el resultado esperado, especialmente cuando se reunen expresiones tan diversas. Por eso, frente al espinoso camino de la unidad y el difícil objetivo de revertir las mayorias parlamentarias, surge la tentaciòn de negar la legitimidad y legalidad democràtica de las mayorias.
Pero nosotros sabemos porquè los queremos, què queremos, cómo lo queremos y a quienes queremos. Para nosotros no hay crisis de representatividad.
Y vamos a respetar la voluntad de la mayoria que se expresa en el voto, no en los medios, no en las redes sociales ni en un dìa de abril.
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