CRISTINA en Georgetown.

Consenso de Washington y el mercado regulador.

"Luego vino la década del 90, donde imperaba el Consenso de Washington. El Consenso de Washington, que relegaba al Estado como algo molesto, como algo que le molestaba a la producción, a la economía, como algo que debía ser de lado, desregulaba, pero desregulaba a medias, porque en realidad, todos sabemos que siempre hay regulación: o regula el Estado o regula el mercado, pero es mentira que haya una economía desregulada. Reglas, siempre existen. Las puede fijar el Estado, un Poder Ejecutivo, las puede fijar un Poder Legislativo, las puede fijar una sentencia o un fallo de la Corte, y si no la fijan los poderes instituidos del Estado y la democracia, las termina seguramente fijando la economía a través de las reglas propias que impone porque, obviamente, el usuario, el consumidor, el trabajador no está en condiciones de imponer reglas ni a bancos ni a empresas ni a grandes inversores ni a grandes conglomerados económicos o mediáticos.

La ficción de la convertibilidad

"La “teoría de la convertibilidad” es que un peso es igual a un dólar. Dicho así, ustedes me dicen “a esta mujer qué le pasa, qué está diciendo, cómo que un peso argentino es igual a un dólar”. Si la unidad monetaria –no sé si habrá estudiantes de Economía, seguramente que sí- de un país expresa el tamaño y el peso de una economía, está claro que un peso nunca puede ser igual a un dólar. Baste mirar nada más la economía y el tamaño de la Argentina y, por otro lado, el tamaño y el peso de quien constituye o constituía hasta hace muy poco tiempo, entre el 25 o el 30 por ciento del PBI a nivel mundial, desarrollo tecnológico, poderío militar, económico, financiero para ver que estábamos ante una economía ficcional. Pero esta economía ficcional, ¿cómo se sostuvo? Se sostuvo con la venta de todos los activos, eléctricos, petróleo, gas, se privatizó absolutamente todo. El único país en Latinoamérica que privatizó sus fuentes energéticas, su petróleo y su gas. Ni siquiera PInochet lo hizo, ni siquiera los militares lo hicieron en Argentina. Pinochet mantuvo no solamente CODELCO, sino que aseguró para las Fuerzas Armadas una porción para armamentos. Sin embargo, en la Argentina, el período de privatizaciones fue sobre todo, inclusive también sobre las telefónicas que, en realidad, debían haber sido concesiones y ni siquiera fue eso, se transfirió lisa y llanamente, la propiedad de las líneas telefónicas, la línea aérea de bandera, la empresa petrolera YPF, que fue fundada por el presidente Hipólito Yrigoyen y liderada emblemáticamente por el general Mosconi, un militar también al frente de ella. Y todo esto fue sosteniendo la venta de estos activos más el endeudamiento. La Argentina cuando implosiona en año 2001, porque se sigue sosteniendo el régimen de la convertibilidad durante el gobierno que sobrevino al ex presidente Menem, el gobierno de la Alianza, implosiona porque, bueno, llegó a tener una deuda en relación a su PBI del 160 por ciento."

El Fondo Monetario, el fracaso y la estafa del neoliberalismo

"El Fondo Monetario, que durante toda la década del 90 había exhibido al gobierno argentino como un modelo, a punto tal que lo invitaba a sus asambleas anuales para dar conferencias, como la que yo estoy dando ahora aquí, lo invitaban al Fondo Monetario, le suelta la mano a la Argentina no sin antes retirar las posiciones de todos los bancos a través de dos operaciones que fueron, una, el magacanje y, el otra, el blindaje. ¿Qué fueron esas dos cosas? Fueron dos formidables asientos contables de presuntos préstamos que los bancos daban a la Argentina de 30.000 millones de dólares o 10.000 millones de dólares o 20.000 millones de dólares que en realidad nunca ingresaron a la Argentina sino que simplemente servían para que quienes habían colocada dólares en la Argentina, a una tasa anual del 16 por ciento, cuando en el mundo se pagaba solamente el 2, pudieran retirarse."

La UNASUR, en defensa de la democracia.

"Se han constituido órganos importantes como la UNASUR, que nos ha permitido resolver conflictos que se habían producido en la región y que amenazaban las instituciones democráticas sin recurrir a los mecanismos multilaterales formales que no hay sido muy eficaces y eficientes a la hora de conjurar golpes o atentados contra la democracia. Y, realmente, más allá de las diferencias y los distintos matices, visiones y percepciones de los distintos mandatarios de la región, hemos construido espacios comunes en los cuales debatir, escucharnos y adoptar soluciones. Tres ejemplos para terminar: cuando se produjo la crisis de Bolivia, donde hubo un claro intento destituyente sobre el presidente Evo Morales y hechos violatorios a los derechos humanos en la región de Pavio, me acuerdo que era presidenta de la República de Chile Michelle Ballelet y juntas armamos la reunión de La Moneda convocando a los países de la UNASUR, para apoyar a Evo Morales y conformamos una comisión de Derechos Humanos que fue a visitar el país verificar las violaciones que se habían cometido y realmente, conjuramos y creo que ayudamos a la construcción de la democracia regional. Porque entendemos que el atentado contra una democracia a la región, aún cuando no sea en nuestro propio país, es francamente desestabilizadora de la región. De la misma manera, actuamos cuando sucedió lo de Correa, en Ecuador, ante el intento de una rebelión policial que también escondía claramente un intento destituyente y en menos de 24 horas, en Buenos Aires, en la Palacio San Martín, sede de la Cancillería, se reunieron presidentes y cancilleres en forma inmediata en menos de 24 horas y esto se conjuró. Y finalmente, quiero terminar, a modo de homenaje también, con la resolución de la crisis tal vez más fuerte que tuvo la región en los últimos años que fue el enfrentamiento que se sucedió…También intervinimos cuando fue entre Colombia y Ecuador, pero tal vez el más grave de todos que fue cuando se produjo un fuerte enfrentamiento entre Colombia y Venezuela y le tocó actuar al entonces secretario general de la UNASUR, doctor Néstor Kirchner, en una muy silenciosa y discreta pero efectiva acción diplomática que logró acercar definitivamente a ambos países, a ambos presidentes y conjurar lo habría sido algo catastrófico para la estabilidad de la región como hubiera sido un enfrentamiento entre las hermanas repúblicas de Venezuela y de Colombia."

No hay comentarios:

Publicar un comentario