Completo y excelente análisis de Luis Bruchstein en Pagina 12 sobre el accidente de Once que comprende las reacciones sociales frente a la tragedia, el rol de los medios, las responsabilidades y las decisiones políticas necesarias que debe asumir el gobierno.
Respecto de esto último, Bruchstein plantea las opciones extremas "En ese clima de emociones destempladas y de intereses creados, el gobierno nacional debe tomar decisiones (...) Cada opción, desde la menos activa que es dejar las cosas como están, plantea situaciones problemáticas. En ese caso, los problemas son la lluvia de subsidios que pese a su volumen no se traducen en el mejoramiento del servicio; el alto nivel de accidentes que están teniendo los ferrocarriles, pero en especial, el ex Sarmiento, y la escasa inversión empresaria. Dejar todo como hasta ahora es eso: mantener todos los problemas hasta la próxima protesta de los usuarios o hasta el próximo accidente fatal. Anular la concesión por incumplimiento requiere encontrar otro concesionario o desarrollar un plan de ferrocarriles públicos que implicaría también grandes inversiones que difícilmente se podrían hacer, por lo menos en un año en el que se puede sentir el coletazo de la crisis europea. Sin embargo es una opción que necesita mucha planificación pero que no se puede descartar"
Agregando además que "No se trata de buscar chivos expiatorios ni venganzas o linchamientos ni oportunismos políticos. Seguramente habrá delimitación de responsabilidades que se desprendan de la investigación. A partir de ese punto solamente quedará tomar las medidas correspondientes ante la sociedad y ante la justicia. Pero todas estas definiciones tienen que empezar a tomar cuerpo, tanto las que plantean una estrategia a largo plazo en materia de transporte público como las que están condicionadas por el accidente fatal de Once."
En particular, sobre el rol de los medios Bruchstein advierte: "Los mismos intereses que tenían antes de los hechos se vuelcan en la crónica de los hechos. La tragedia no suspende nada y menos los intereses afectados. Por el contrario, en esas situaciones son cuando más pueden aprovechar la situación privilegiada que les otorga la sociedad para forzar el límite de la información y llevarla a donde les interesa. No hace falta investigación ni peritaje porque el culpable siempre será el mismo ya sea si hay sequía, terremoto o choque de trenes. No hay novedad en esa noticia de los grandes medios."
Para mostrar la cobertura interesada marco el detalle: Clarin digital publicó una nota "Garre y Macri habían elogiado la "eficiencia" del rescate" relacionada con el hallazgo del cuerpo de Lucas Menghini Rey en tono crtico a ambos funcionarios. Un rato después, se modificó el titulo por "Garré y Schiavi habían elogiado la "eficiencia" del rescate" modificando el contenido de la nota y apartando a Macri de la crítica. Pero el link aún conserva el título original "http://www.clarin.com/ciudades/capital_federal/Garre-Macri-elogiado-eficiencia-rescate_0_652135017.html"
Parrafo aparte merece la mentada "ausencia" de Cristina. El día de la tragedia presidencia emitió un comunicado "La Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, expresa su profundo pesar por la muerte de ciudadanos en la tragedia ferroviaria ocurrida en horas de la mañana de hoy, y envía sus condolencias a los familiares de las víctimas" y firmó el Decreto 245/12 declarando dos días de duelo supendiendo además los actos públicos y la actividad oficial. Por otra parte, ministros y secretarios dieron conferencias y comunicados de prensa abordando la situación.
Pero la pregunta subsiste ¿es suficiente? Para los opositores no, después de quejarse de la presencia "cotidiana" de Cristina ahora la invocan como si su pesar expresado en cadena nacional fuera un gesto que les merezca consideración. No hace falta mucha imaginación para representarse los rechazos que en ese caso hubieran manifestado.
Pero no solo la oposición, sino también algunos compañeros se sienten incómodos con la "ausencia" como si la sola palabra presencia de Cristina hiciera la diferencia, en ese caso nos debemos plantear nuestra capacidad para reflexionar sobre lo que pasó y para entender las urgencias y los tiempos de lo político como ajenas a los tiempos y urgencias disparados por la tragedia. Dicho de otro modo, no hay palabra ni presencia inmediata de Cristina que repare, y si sabemos esto, reclamarla es oportunista. Tampoco sirve considerar la presencia como una forma de tomar la iniciativa, en este caso no funciona, la muerte y el duelo es algo de otro orden y no hay iniciativa que repare.
En todo caso, la "ausencia" puede interpretarse como desinterés o respeto, pero el desinterés o respeto se reflejará en las decisiones políticas que se tomen a partir de ahora y de nuestra capacidad de construirlas.
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