Tratado constitutivo de la Unión de Naciones suramericanas (UNasur)

Discurso del Dip. Agustín Rossi en la sesión del 9 de junio de la Cámara de diputados donde se aprobó el proyecto de ley del Tratado constitutivo de la Unión de Naciones suramericanas (UNasur)


Sr. Rossi (A.O.).- Señor presidente: celebramos profundamente que la decisión que va a tomar esta Cámara sea casi por unanimidad; no sé si hay alguna disidencia.

Me parece importante que todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria ratifiquen este tratado de la UNASUR. La Argentina ha encontrado en los últimos tiempos un sendero para reconocer que su lugar en el mundo es América Latina, y que la integración con el resto de los países del mundo en el multilateralismo que existe se hace a partir de nuestra fortaleza como continente americano.

Eso no ha sido siempre así en nuestra historia. Hoy se han rescatado ‑y obviamente nosotros también lo hacemos por nuestra convicción peronista‑ todos los intentos latinoamericanistas de Perón en su primera Presidencia con el ABC, las primeras invocaciones a la integración latinoamericana y la búsqueda de soluciones a nuestros problemas mirando a nuestros países hermanos, reconociéndonos en el continente como una patria grande.

Ciertamente no ha sido siempre así en la Argentina, no lo ha sido hace muchos años y tampoco hasta hace poco tiempo. La Argentina ha vivido el período de las relaciones carnales que nos colocaba en un lugar donde había una mirada secundaria respecto de América Latina. Tampoco ha sido fácil para los países integrantes del Mercosur. Hace tres o cuatro años en el interior de los países más pequeños, de los cuatro integrantes del Mercosur, hubo tensiones políticas para buscar otros caminos en materia de relaciones exteriores y de integración.

De hecho hubo una época, fundamentalmente durante la década del 90, que todos los analistas internacionales describen como de una integración claramente deficitaria, que no terminaba de concretarse y de llevarse adelante.

Ciertamente me parece que son éstas las políticas que nosotros debemos rescatar y recordar, y debemos claramente potenciar aquel acuerdo entre el ex presidente Alfonsín y el ex presidente Sarney, que fue un paso fundamental para la integración del Mercosur.

También es importante señalar todo lo que se ha avanzado durante este tiempo. Eso es claramente destacable y pone a la Argentina en un camino casi inexorable para seguir buscando y potenciando su integración latinoamericana como política básica de sus relaciones exteriores.

No quiero dejar de reconocer aquello que marcaba anteriormente: siempre hacia el interior de los países aparecen corrientes políticas que buscan o que tratan de tensionar hacia adentro de los países, muchas veces con discursos chauvinistas, algunos secesionistas, procurando generar otras situaciones u otras condiciones políticas. Entonces, el camino de la integración es un camino que merece muchísima fortaleza para ir construyendo instituciones que cada vez le den mayor firmeza a todo nuestro andamiaje.

Hace un par de años designamos en esta Cámara de Diputados por primera vez a nuestros integrantes del parlamento del Mercosur. Hasta ese momento la integración del Mercosur se daba a nivel de los poderes ejecutivos y hoy tenemos a un Mercosur funcionando, con todas sus dificultades, y ciertamente con una integración parlamentaria, que es beneficiosa y que genera una nueva institución.

Esta apertura hacia el resto de los países de América del Sur nos parece claramente auspiciosa y reivindicamos que Argentina sea uno de los seis primeros países que ha ratificado el tratado completo de integración de la UNASUR.

Eso nos parece una muy buena noticia y celebramos claramente que la decisión haya sido tomada por todos. Nos parece también una muy buena noticia porque una de las discusiones que seguramente va a tener el mundo en los próximos años estará referida al uso de los recursos naturales.

Creo que América latina y específicamente América del Sur tienen recursos naturales con una potencialidad enorme. Nosotros tenemos petróleo, gas, agua dulce, ya que contamos con los reservorios de agua dulce más importantes del mundo, que están en América Latina y además tenemos los pulmones verdes más importantes del mundo, como es el Amazonas, y el continente en sí mismo tiene muchísimas áreas de pulmones verdes.

Esta es una cuestión que debe ser preservada y la única manera de hacerlo es con una fuerte unidad de integración latinoamericana.

Los diputados de todas las fuerzas políticas que tuvimos la oportunidad de acompañar a la señora presidenta de la Argentina en el último encuentro de los países de América Latina y del Caribe, que se realizó en México, recordamos que la presidenta expresó este concepto que yo he tomado de ella para señalarlo en esta sesión: el problema recurrente que tenía la Argentina con Gran Bretaña se relacionaba con el uso y la explotación de nuestros recursos naturales. Ese problema debía ser inscripto en esa lógica.

Esa lógica no sólo procedía de las cuestiones históricas de colonialismo por un lado y de reivindicaciones por el otro de la cuestión Malvinas, sino que había un elemento más. Nadie puede dejar de desconocer que lo que hoy hace Gran Bretaña en la plataforma continental argentina tiene que ver con el agotamiento de los pozos petroleros en el Mar del Norte.

Seguramente si no tenemos una condena fuerte y no tomamos este caso como un leading case seguramente es posible que en los próximos años –no estoy hablando de los dos o cuatro años posteriores‑ la Argentina y la América Latina en su conjunto tengan distintas situaciones de conflictos internacionales que tengan que ver con el uso de sus recursos naturales.

Por eso, por primera vez nosotros encontramos no solamente la solidaridad internacional sino la condena del resto de los países de América Latina. Es recordado el discurso del señor presidente Lula cuando le tocó cerrar la cumbre de países de América Latina y el Caribe, que fue de una contundencia que nos gratificó y generó mucho beneplácito. También es cierto que hay que encontrar una explicación que vaya más allá de la cuestión histórica de Malvinas porque tiene que ver con lo que puede ser uno de los potenciales fuentes de tensión internacional o diplomática en los próximos años a nivel mundial, y creo que América Latina tiene muchísimo que ver con esto.

Como gobierno nos gratifica enormemente esta decisión de la Cámara de Diputados. A nuestro criterio hemos hecho muchísimo para que la Argentina claramente ratifique su vocación latinoamericana. El diputado Macaluse hacía referencia al “no al ALCA”.

Creo que ese es uno de los elementos trascendentes que tenemos que tomar en cuenta a la hora de analizar la política internacional argentina de los últimos años.

El “no al ALCA” realizado en el 2005 y el rol del presidente argentino, Néstor Kirchner, en ese momento, frente al resto de los países de Latinoamérica, implicó un rechazo contundente y ciertamente permitió que América Latina empezara a buscar otro camino.

Si la Argentina y América Latina hubiesen aceptado mansamente la integración en las condiciones que planteaban los Estados Unidos de Bush frente al ALCA, imaginemos qué hubiera sucedido el año pasado con la propagación sin límites de esa crisis económica.

Nosotros no tenemos dudas del rol que va a jugar nuestro compañero, nuestro jefe político, quien ejerce un liderazgo natural hacia el interior del espacio del Frente para la Victoria en la Secretaría Ejecutiva de la UNASUR. Entendemos que algunos puedan tener pequeñas dudas pero, para nosotros, este es un motivo de enorme orgullo. Lo quiero decir con absoluta claridad y contundencia: no tenemos dudas del rol que va a jugar Néstor Kirchner al frente de la Secretaría Ejecutiva de la UNASUR.

No se puede medir con parámetros de política interna lo que alguien va a hacer en el marco internacional. El gobierno del ex presidente Kirchner y luego el de Cristina Fernández de Kirchner han hecho muchísimo para anclar claramente que el lugar en el mundo de la Argentina es América Latina. De lo contrario, no hubiera sido posible la fotografía de la presidenta argentina con los siete mandatarios latinoamericanos festejando el Bicentenario.

Existe una clara correspondencia en cuanto al lugar que ha ocupado la Argentina durante todo este tiempo en el marco de las relaciones internacionales.

No tenemos dudas de que la gestión de Néstor Kirchner al frente de la Secretaría Ejecutiva de la UNASUR será de excelencia y profundizará justamente todas las acciones que tengan que ver con a la consolidación de esta integración latinoamericana, fortaleciendo el Mercosur y a esta nueva instancia, la UNASUR.

El secretariado ejecutivo de la UNASUR tiene una historia. El primer secretario ejecutivo fue el ex presidente ecuatoriano, Rodrigo Borja. Luego de su renuncia, dicho secretariado quedó vacante y hoy tenemos un nuevo secretario ejecutivo.

Néstor Kirchner primero y luego Cristina Fernández de Kirchner nunca tuvieron dudas acerca del lugar en que se tenían que parar a la hora de ubicar a la Argentina en el mundo. Nunca nos ubicamos en ninguna cuestión que tuviese que ir por algún atajo que nos desviase de nuestro destino natural. Por el contrario, lo sostuvimos y lo llevamos adelante.

Lo sostuvimos cuando fueron los intentos de golpe al presidente Evo Morales. No tuvimos dudas acerca de dónde tenía que estar la Argentina en ese momento. Y lo sostuvimos en cada una de las circunstancias en que tuvimos que estar.

El rol que jugó la Argentina en oportunidad de las diferencias que hubo –hasta diferencias militares‑ entre Ecuador y Colombia fue claramente contundente. El rol de la presidenta argentina en cada una de esas instancias fue también terminante. Más aun, la presidenta argentina tuvo un compromiso concreto y específico con una causa. En una causa legítima y humana claramente reconocida en el mundo, como fue la liberación de Ingrid Betancourt, la presidenta argentina se pronunció con muchísima claridad en cada uno de los foros internacionales en los que le tocó actuar.

De manera que en ese sentido nosotros no tenemos ninguna duda acerca de cuál es el lugar en el que tenemos que estar. Tampoco tenemos ninguna duda sobre el rol que va a cumplir Néstor Kirchner como secretario ejecutivo de la UNASUR.

Sobre ese tema quiero agregar lo siguiente: la decisión de que Néstor Kirchner ocupe la presidencia de la Unasur fue tomada por consenso por los doce presidentes integrantes de esta última. Espero que ninguno de esos presidentes latinoamericanos haya escuchado lo que han dicho algunos diputados, porque poner en duda el voto del presidente de un país hermano no es una buena señal de política internacional. (Aplausos.)

Creer que el voto o que la decisión autónoma de los presidentes latinoamericanos estuvo condicionada por algún tipo de cuestión, me parece que no es bueno. Por eso, espero que no lean las versiones taquigráficas de esta sesión porque no nos favorecerían de ninguna manera en el marco de poder desarrollar una estrategia internacional que signifique la voluntad concreta y objetiva de favorecer y potenciar la integración latinoamericana.

Asimismo, quiero agregar algo sobre algunas menudencias que se han dicho. En torno al corte de Gualeguaychú, nadie puede desconocer que una cosa era antes del fallo internacional de La Haya y otra cosa es después de dicho fallo. El gobierno argentino fue absolutamente solidario con la causa de los asambleístas y de los vecinos de Gualeguaychú. Hicimos un acto en Gualeguaychú con la presencia de Néstor Kirchner para ser absolutamente solidarios con esa lucha. Adoptamos el camino que nos pidieron los asambleístas de Gualeguaychú y que además existía en el tratado que regla el uso y la administración del río Uruguay. En ese tratado, así como estaba especificada la CARU y demás tópicos, se establecía que cuando hubiera diferencias entre los dos países había que recurrir al tribunal internacional de La Haya. Eso fue lo que hizo el gobierno argentino, y se defendió con todos los elementos que tenía para hacerlo.

Ahora la situación es absolutamente distinta, aunque la causa sigue siendo la misma. Hay que tener la suficiente valentía y creatividad para buscar formas que no nos hagan seguir discutiendo sobre el método sino sobre la cuestión de fondo, que es ver si Botnia contamina o no. Aquí es donde tenemos que tener puesta nuestra energía aquellos que claramente queremos cuidar el medio ambiente en nuestro país. Desconocer esto y desconocer que hoy la Justicia está diciendo una cosa que antes no decía es tratar de desconocer absolutamente la realidad.

Para nosotros, señor presidente, este es un día de alegría. Celebramos que esta Cámara de Diputados tome esta decisión por unanimidad. Para nosotros es un motivo de altísimo orgullo que los doce presidentes latinoamericanos hayan elegido al ex presidente Néstor Kirchner como secretario ejecutivo de la Unasur. No tenemos ninguna duda de que el ex presidente Kirchner va a hacer una gestión de excelencia al frente de esa secretaría. (Aplausos.)

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