Argentina le gano a Uruguay en un partido histórico, muchos esperábamos este triunfo y no pocos esperaban una derrota.
Hay quienes creen que un partido se gana exclusivamente con la planificación, racionalización y ordenamiento de los factores del juego. Piensan que si se arma un equipo respaldado con la teoría del management, se diseña la estructura y se analiza al adversario, el resultado esperado llega. Y esto es así porque creen mágicamente que quienes controlan y estudian racionalmente el juego son “serios” y los “serios” ganan. Sin duda la racionalidad es algo a tener en cuenta, pero cualquiera que haya jugado alguna vez un partido conoce la importancia del factor azar o más precisamente el factor orto, culo u ojete que hace que cuando la pelota pega en el travesaño, ella entre o no.
Pero el azar por el azar mismo no alcanza, es caos. ¿Qué impulsa y le da sentido al azaroso devenir de las cosas?
Me acuerdo de aquella final contra Brasil en copa América del 2004. Gol de Argentina en el ‘87, 2 a 1. Festejo. Gol de brasil en el ‘91, 2 a 2. Perdimos por penales. Hay dos explicaciones del hecho, la racional que desmonta los factores o la respuesta más simple, como diría Ockham, nos ganaron de culo.
Esta vez para Sudáfrica clasificamos ganándole a Uruguay y antes a Perú con un gol de un tal Bolatti y uno de Palermo en tiempo de descuento. También, como diría Ockham, ganamos de culo.
Pero hay un detalle relevante. Ambos goleadores ingresaron minutos antes de su salvadora intervención. Y esa fue la decisión de alguien que hizo que estuvieran en el campo de juego en ese momento. Y fue la decisión de alguien que entre todos los espacios posibles del campo de juego hizo que los designados estuvieran justamente parados ahí.
La identidad de ese alguien puede fundarse en la superstición, en la creencia de que una entidad sobrenatural que opera entre los hombres, pero sabemos que eso es propio de los países de grandes extensiones y no de los países serios. Otra respuesta es darle un rostro a esa identidad e indagar en la voluntad, en el sentimiento y la intuición que une la mente con el cuerpo y hace que la decisión sea propiamente humana. Una tarea misteriosa, difícil e irresuelta por nuestra limitada condición.
Pero algo hay que hacer, alguna explicación hay que dar.
Y por eso, ante la evidencia de la razón, de la sensibilidad, de la intuición y del azar.
¡GRACIAS DIOS!
Hermess destila cristianismo.
ResponderEliminarHermess, devoto del pensamiento mágico, necesita de una entidad supra- humana para los trámites mas elementales.
ResponderEliminarAsí, entre quien adquiere una casa y la casa, siempre hay la tercerización mágica de un dios, de un líder, de un padre todopoderoso al que todo le debemos, y no el esfuerzo y el trabajo sostenidos como causa promordial de la evolución.
Por algo Hermess vota a KK.
Ger..
ResponderEliminarHay mundo más alla de las relaciones de intercambio. Te cuento.
Me das ternurita Cachanosky
te quierooooooooooooo Diegoooooooooooo!!!!
ResponderEliminarte quiero Nestor........!
y por supuesto hoy y siempre Kristina Corazon!!!
Luly Sol