Media Sanción de la ley de presupuesto

Intervención del Diputado Rossi del Frente para la Victoria

Sr. Rossi (A.O.).- Señora presidenta: estamos llegando al final de una jornada de mucho trabajo y debate. Quiero hacer un esfuerzo para poner sobre la mesa algo que estuvo sobrevolando y a lo que muchos diputados hicieron clara mención. Me refiero a la crisis económica internacional. Por lo general se puso demasiado énfasis en por qué teníamos que aprobar un presupuesto en el marco de esta crisis, pero poco se habló acerca de cuáles son las cosas que se caen junto con el enorme derrumbe de la economía y de las finanzas mundiales, encabezado por Wall Street. (…)

Digo esto porque muchas veces –esto no es propiedad del oficialismo, sino que también lo han hecho muchos otros bloques‑ uno se sintió remando contra la corriente al defender valores que permanentemente eran subalternizados, descalificados. Pero por cierto lo que empieza a aparecer en estos días es que una economía mundial basada en las finanzas, con peso en lo financiero y en lo especulativo, que premiaba más a los especuladores que a los emprendedores, se está cayendo. Y eso, más allá de los costos, no deja de ser una buena noticia si sabemos aprender la lección.

No sabemos muy bien cómo va a ser la nueva economía que aparezca después de esta crisis, pero sí podemos aventurar que hay algunos elementos que estaban anteriormente y que si aprendimos la lección y hacemos las cosas bien no tendrán que volver a estar.

Seguramente en la nueva economía el peso de la economía real, el peso relativo, sea superior al peso de las finanzas. Seguramente en esa nueva economía el emprendedor tenga más privilegios que el especulador y las transacciones comerciales no estén sometidas a una burbuja financiera o a la especulación financiera sino a la demanda y a la oferta real que demande el propio ejercicio de la economía.

Nosotros creemos que esto es lo primero que tenemos que aprender, porque la verdad es que muchas de las cosas que figuran en este presupuesto –como la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central o la modificación de la Carta Orgánica del Banco Nación- son instrumentos que debemos animarnos a pensarlos no desde el esquema clásico de la ortodoxia económica sino desde un nuevo esquema de la nueva economía que va a venir. Esa nueva economía seguramente vendrá y ofrecerá nuevos desafíos, y nosotros tendremos que diseñar nuevas herramientas para los desafíos que van a venir.

Por otro lado, me parece que es injusto decir –y el señor diputado Prieto lo decía en su intervención- que cuando el gobierno envió este presupuesto no imaginaba o no tuvo en cuenta absolutamente nada de la crisis en la cual estamos inmersos. Pero los señores diputados que estuvieron presentes el 17 de septiembre cuando el señor ministro de Economía y Producción presentó el presupuesto en esta Cámara de Diputados recordarán que una gran parte de su intervención estuvo dedicada a las adversidades del contexto internacional.

En ese sentido, habló de lo que estaba pasando en el mundo, del inicio de la crisis de las hipotecas sub prime y de cómo se estaban moviendo las bolsas de todo el mundo. En el power point que todos pudimos ver dijo que la incertidumbre acerca del alcance de las pérdidas impulsó una reducción de la liquidez internacional y un incremento de la aversión al riesgo, que se plasmó en una mayor volatilidad y retroceso en las principales bolsas financieras del mundo.

Dijo además que la caída del ingreso y la reducción del crédito internacional provocaron disminución en el consumo, en la inversión y una retracción del crecimiento general de las economías de los países desarrollados.

Asimismo, en su informe el ministro de Economía y Producción aventuró un crecimiento del 0,5 por ciento en los Estados Unidos para el corriente año y dijo que la desaceleración de los países industrializados puede provocar un contagio, por la vía comercial y financiera, en los países en vías de desarrollo.

Además, evaluó el efecto de la especulación financiera internacional en los commodities. Explicó cómo en ese momento –en agosto de 2008- ya estaba descendiendo el precio de todos los commodities y no solamente el de la soja, porque cada país tiene su commodity, el petróleo, el cobre en Chile, los metales, todo estaba bajando. Explicó las distintas crisis que vivió la Argentina en estos últimos años y el efecto que habían tenido, y empezó a explicar la fortaleza de nuestra economía para defenderse de la crisis financiera internacional.

De manera que cuando enviamos este presupuesto teníamos conciencia de lo que estaba pasando. Se podrá decir que no todos conocíamos la dimensión de lo que sucedió. Puede ser, pero ya estábamos en el inicio de lo que estamos viviendo en este momento.

Ahora bien, la verdad es que habiendo explicado e informado esto, el presupuesto que hoy venimos a ofrecerle a esta Cámara de Diputados y al conjunto de la Nación argentina tiene metas perfectamente factibles de alcanzar. Se trata de un presupuesto que tiene incorporadas las herramientas necesarias para que las metas allí propuestas sean perfectamente alcanzables y obtenidas durante el desarrollo económico del próximo año.

Lo que estamos haciendo hoy no tiene que ver con una cuestión de oficialismo u oposición. Si hoy sancionamos este proyecto de ley de presupuesto beneficiaremos al conjunto de nuestro país, porque en el medio de la volatilidad existente, donde las bolsas un día suben el 10 por ciento y al día siguiente bajan otro tanto, nosotros podemos transmitir al conjunto de los actores económicos internos y externos que la Argentina tiene un presupuesto con objetivos y metas alcanzables –moderadas, conservadoras-, lo que constituye una muy buena noticia. Esta muy buena noticia habla de que estamos “surfeando” o sorteando esta crisis internacional sin los vaivenes que han tenido que sufrir o que están padeciendo otros países, no sólo los centrales sino los de América Latina. El hecho de que ahora podamos estar llevando a cabo esta discusión en el medio de esta crisis fenomenal que tiene la Argentina es una muy buena noticia.

La muy buena noticia –ya sea que se mire el vaso medio lleno o medio vacío- es que la Argentina en este encuentro se posiciona en esta crisis con una fortaleza que no había tenido nunca en las crisis anteriores. Y esta no es una muy buena noticia para nosotros, los diputados, o el gobierno: es una muy buena noticia para los argentinos.

Los argentinos no están corriendo en los bancos, no están desesperados: solamente sienten una preocupación lógica y natural por lo que pasa en el mundo, pero tienen confianza en los valores económicos que nosotros hemos construido durante todo este tiempo en la Argentina de hoy. Me parece además que esto es así porque si la nueva etapa es como yo pienso que tiene que ser, y que espero que realmente todos aprendamos a darle más peso al que trabaja y no al que especula, seguramente esta economía que hemos construido en estos cuatros años y medio o cinco años tiene más que ver con el trabajo que con la especulación.

Todos sabemos que esta economía ha mejorado notablemente las condiciones sociales de nuestro país. No se generan 3.400.000 puestos de trabajo de un día para otro en cualquier momento, en cualquier lugar y con cualquier plan económico. Los 3.400.000 puestos de trabajo que se generaron fueron la base de lo que permitió mejorar, entre otras cosas, el sistema de jubilaciones que tenemos, que además dio lugar a un millón y medio más de jubilados en la Argentina, con un fenomenal plan de inclusión.

Entonces, la verdad es que las cosas no las habremos hecho tan mal para poder estar discutiendo y analizando cada una de estas cuestiones. También se ha hecho referencia a esta bendita cuestión de la coparticipación. Yo pido –tengo aquí el material a disposición de los señores diputados- que cuando saquemos los porcentajes lo hagamos bien, porque todos sabemos que tenemos que descontar lo que surge de aportes y contribuciones, los impuestos y los recursos tributarios destinados al sistema de seguridad social. Porque si no hacemos de la matemática un chicle.

Todos sabemos que la matemática es una ciencia exacta pero según como pongamos el numerador y el denominador los números darán distinto.

Si ustedes toman el total de los recursos tributarios exceptuando los destinados al sistema de seguridad social les va a dar que los recursos transferidos a las provincias no son el 34 por ciento sino que están por encima, son el 37 por ciento.

Este año estuvieron por encima del 37 por ciento y el estimado para el año próximo también está por encima del 37 por ciento. Y en los años anteriores superaron esa cifra alcanzando el 40 por ciento.

Hay que sacar lo que le paganos a los jubilados y pensionados, que están en todo el país y que son responsabilidad absolutamente de todos. No son recursos de la administración central sino de la administración nacional que es un concepto más globalizador. Me parece que esto también tenemos que decirlo con absoluta claridad.

En cuanto a la reforma de la Carta Orgánica al Banco Central, en realidad no modificamos ninguna de las cosas sustanciales. Este es un artículo modificado en 2003 que permitió al Banco Central que dé adelantos transitorios al Tesoro. Esos adelantos transitorios se tenían que devolver a los doce meses. Eran el 10 por ciento de los recursos efectivos del gobierno nacional y el doce por ciento de la base monetaria.

Ese diez por ciento de los recursos efectivos que podía prestar el Banco Central al Tesoro tenía un limitante, que era el monto que tenía que pagar el Estado nacional a los organismos multilaterales de crédito.

En 2003 ese monto era de 9 mil millones de dólares. Como fuimos pagando y desendeudándonos con los organismos financieros internacionales el monto se fue achicando cada vez más. Lo que tenemos ahora es que cada vez todos los años podemos utilizar menos adelantos transitorios del Banco Central.

En una economía donde todos sabemos que puede haber problemas de financiamiento resulta lógico que en lugar de tener más posibilidades de adelantos transitorios tengamos menos. Lo único que hacemos al poner otros depósitos en moneda extranjera, otras deudas en moneda extranjera, es mantener la misma elasticidad que tuvimos durante todo este tiempo.

En cuanto al Banco Nación he escuchado a diputados preocupados por la modificación de la Carta Orgánica que podría llegar a afectar el normal desenvolvimiento. (…)

Lo que quiero decir es una cosa porque en realidad nos cambiaron las reglas de juego, porque antes siempre cerrábamos los presidentes de bloque, que teníamos más tiempo para cerrar. Ahora los presidentes de bloque abren en el medio de la sesión y yo, que soy el último que cierra, me quedo con un tiempo más corto.

Quiero decir esta sola cosa y tres pequeñas cuestiones relativas a mi provincia y nada más. El Banco Nación tiene la línea de créditos más potente para pymes hoy en el mercado. Es la línea 400 con 12 por ciento de interés, los primeros cinco años con tasa fija y después con tasa variable. Esa línea está funcionando muy bien y tiene liquidez.

El resto de la liquidez del Banco Nación la pone en letras del Banco Central. Entonces en verdad poder prestarle el 30 por ciento de los mismos fondos que tiene el Estado nacional resulta absolutamente lógico, y no se lo presta para gastos corrientes sino para gastos de capital. En verdad resulta a todas luces totalmente lógico.

Paso a referirme al caso del grupo Yoma. Quiero señalar simplemente esto porque es una propuesta que está llevando adelante el secretario de Industria. Me parece que cuando uno tiene este tipo de problemas debe tratar de resolverlos integralmente.

No podemos dejar de reconocer a una provincia que puede utilizar los cupos fiscales que no utilizó para la producción industrial. No podemos inmiscuirnos en que esa provincia lo decida para quien quiera. Si eso resuelve además el problema de trabajo para una cantidad de argentinos, bienvenido sea.

Tenemos el otro problema: hay curtiembres y trabajadores de curtiembres preocupados por el efecto que puede generar esto. Le estamos planteando al secretario de Industria que conforme una comisión en la Secretaría de Industria para que vaya evaluando el impacto que puede generar el funcionamiento de esta nueva curtiembre e ir viendo de qué manera se pueden resolver los problemas que se vayan presentando en el resto de las curtiembres del país. Me parece que esta es una muy buena alternativa.

Para terminar, agradezco a los señores diputados por el tiempo en que me he excedido. Tenía algunas cosas más para decir, pero me quedo simplemente con esto: que hoy la Cámara de Diputados apruebe el presupuesto general de la Nación, día 15 de octubre, es una muy buena noticia para el conjunto de los argentinos. (Aplausos.)

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