En una de las últimas conversaciones que tuve con mi Padre (en junio de 1999), él me preguntó qué pensaba yo sobre Elisa Carrió. Le respondí que, aunque eran loables sus críticas a Menem, ella tenía el discurso republicano: y en la Argentina ese discurso era, además de derecha, el más profundamente anti-republicano. Por ejemplo, Mariano Grondona fue uno de los máximos exponentes del republicanismo y, a un tiempo, ideólogo y panegirista de las dos últimas dictaduras militares (confesó públicamente su arrepentimiento de la de 1966-1973, pero jamás hizo lo propio -al contrario- de la de 1976-1983 -mucho más brutalmente represiva que la primera-). Las razones por las que los republicanos argentinos son los más ponzoñosos corrosivos de la República y de las Instituciones son fáciles de rastrear y han sido extensamente examinadas históricamente. No es del caso presentar acá lo que ya ha sido muy estudiado. Sí es importante preguntarse por qué el doble discurso de los "republicanos" es verosímil para amplios sectores sociales (cuando es escandalosamente anti-republicano). Una primera razón: la abrumadora mayoría de la gente no tiene idea de los que es un "régimen republicano": y muy especialmente nuestras clases medias (las que, vaya saber por qué razón se consideran "cultas"). Una segunda razón es que el "republicanismo" vernáculo se posiciona en un doble-standard que le cabe a la perfección a vastos sectores sociales de la Argentina (particularmente, otra vez, a nuestras clases medias). Les preocupa a muestras clases medias la corrupción? Ellas que dicen que sí. Pero, la realidad es que no: votaron como Presidente a un candidato procesado penalmente y, antes del ballotage, menos en los Ministerio de Hacienda y Finanzas, en el de Trabajo y en el de Seguridad, Macri había anunciado a tres individuos que tuvieron y tienen procesos penales por defraudación al Estado. Les importa a vastos sectores sociales (señaladamente a los sectores medios) la salud? Ellos dicen que sí. La realidad es que no: puedo ofrecer los ejemplos más variados; me sobra uno: el Hospital Garrahan. Les importa a vastos sectores (entre ellos, los medios) la educación? Ellos protestan, del modo más enfático, que sí. Pero acá puedo dictar cátedra: en particular los sectores medios conciben la educación de sus hijos como un "parking" (un estacionamiento). En nada se vé con más claridad el embrutecimiento de nuestras clases medias que en este rubro: ya la "gala" del Teatro Colón mostró a Mirta Legrand (quien no creyó que el gobierno de Jorge Rafael Videla fue una dictadura y el kircherismo si), Susana Giménez (quien cree que hay dinosaurios vivos), la presencia de otras tantas "celebrities", el Programa de la gala, Macri preguntando "ya está?, cuando culmina el espectáculo"; en fin: una bacanal de la vulgaridad, el mal gusto y la ignorancia. Pero, lo más importante, no es un Presidente de la Nación que no sabe leer, sino un Ministro de Educación (un completo inepto) que no cree que la educación sirve para la promoción social y un poquito más del 51%, pero mayoría al fin, que cree en estas bestias, que desprecian las instituciones republicanas (en el nombre de la república), que premian la corrupción (en el nombre de la honestidad), que contribuirán a la destrucción de la salud y de la educación pública (en nombre de la salud y de la educación públicas). Decía Maquiavelo que, en la política moderna, la hipocresía podía ser el instrumento más eficaz para construir poder político, sobre todo cuando los hipócritas se oponen a la violencia y, sin embargo, la respaldan.
Gustavo Castagnola
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