Otro diciembre

El día 3 de diciembre de 2001, bajo el Ministerio de Domingo Felipe Cavallo, se procedió a "pisar los depósitos" bancarios, una iniciativa que el periodismo llamó "corralito". Ante la creciente crisis económica que acompañaba la ya evidentemente imposible satisfacción de los servicios de la deuda externa, los bancos habían comenzado en el mes de agosto de 2001 a presionar al gobierno para que "se pisaran los depósitos" ya que era más que previsible que el colapso económico provocara una masiva salida de depósitos la que, a su vez, ocasionaría el derrumbe de la totalidad del sistema bancario y financiero.

Recuerdo muy bien que el pedido de los bancos apareció en el periódico "Àmbito Financiero" y que, inmediatamente, le dije a mi madre que sacara todo el dinero que tenía depositado. Aunque el derrumbe final del gobierno de Fernando de la Rúa bien puede comenzar a datarse en octubre de 2001 (cuando la Alianza fue masacrada electoralmente, el presidente no atinó a dar un vuelco a su orientación económica y comenzaron los primeros saqueos -en Concepción del Uruguay-), el "corralito" aceleró la crisis política que concluyó con las muertes del 20 de diciembre de 2001 y la posterior renuncia del Jefe de Estado. 

Catorce años después del "corralito", estamos a siete días de la asunción de un gobierno apoyado por Fernando de la Rúa, Domingo Cavallo y las dos principales asociaciones de bancos de la República Argentina (las mismas que hicieron lobby para "pisar los depósitos" en 2001). Y que, además, cuenta entre sus miembros con varios de los responsables de la crisis económica (como Federico Sturzenegger, que va al Banco Central) o con apologistas del "corralito" (como Alfonso Prat-Gay, que se instala en Hacienda y Finanzas). "Que se vayan todos", gritaba mucha gente en diciembre de 2001. 

Esa misma gente, con su voto, los ha traído de vuelta, ni más ni menos que bajo la consigna de "cambiemos". Perón decía: "el argentino no tiene memoria histórica y tiene muy poca memoria política: sólo tiene memoria emocional". 

Pero la Argentina pronto volverá a recordar aquello por lo que ya hubo pasado antes.

Gustavo