Desde hace aproximadamente 10 días, se ha acelarado la inflación: se dice que los formadores de precios desean posicionarse ante la próxima devaluación. No es cierto. La devaluación volverá a producir otra escalada inflacionaria. Yo creo que Macri levantará el cepo dentro de los primeros 30 días de su mandato. Esto tendrá dos consecuencias: una devaluación y, como se ha dicho, inflación. Se estima que la devaluación pondrá el dólar a 16 ó 17 pesos: pero nadie ha explicado por qué ese será el precio de equilibrio. El cepo provocará una salida inmediata de divisas en concepto de giro de utilidades atrasadas (ése era el objetivo del control cambiario: evitar salida de divisas). Además, los productores que retienen dólares no se desprenderán de ellos hasta que el dólar se coloque en el nivel más alto posible. Por lo tanto, cuál será el precio del dólar es un albur. Lo que se intentará es controlar el alza con la eliminación de la casi totalidad de las retenciones (aunque nada asegura que esto sea eficaz, al menos en el corto plazo) y mejorar la recaudación del Estado con un alza de impuestos (muy probablemente el IVA y/o el impuesto al cheque) y, seguro, la eliminación de todos los subsidios (transporte, luz, gas, electricidad). El segundo efecto del levantamiento del control cambiario será la inflación: acá hay un grave problema. Lo único que se me ocurre que se pueda instrumentar es un muy fuerte aumento de las tasas de interés, el anuncio de un severo plan de reducción del déficit fiscal (que comenzaría con planes de retiro voluntario) y esperar a que la devaluación, la inflación inicial y los tarifazos sean lo suficientemente destructivos de los ingresos (sobre todo de los trabajadores de ingresos fijos) para desplomar la demanda de bienes y servicios. Como dijo Macri: "lloverán dólares". Pero, antes, lloverán despidos.
Gustavo Castagnola
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