... Les decía que entramos y salimos por la misma puerta, pero salimos con muchas cosas más porque cuando entramos casi un cuarto de los argentinos no tenían trabajo y hoy cuando salimos hay un índice de desocupación del 5,9; entramos con una Argentina donde había impunidad y salimos habiendo iniciado la tarea de reconstrucción y reparación de la memoria, la verdad y los derechos humanos más importante que se registrar en la historia del mundo. Y debo decirlo, del mundo, pocos países, no recuerdo ninguno, que hayan juzgado ellos mismos sus propios crímenes, siempre han sido tribunales internacionales ad hoc, empezando por el drama y la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Es la primera vez que un país con sus propios tribunales, con sus propios jueces y con sus propios derechos y garantías que otorga la Constitución, juzga un genocidio.
Por eso cuando el otro día, el domingo 22, me tocó leer a mí y a otros argentinos un editorial del mismo diario que le dijo a Néstor Kirchner que apenas iba a durar un año en el gobierno, reclamando que cesaran los juicios de lesa humanidad y cuando vi la reacción popular que esto generó pensé no solamente hemos sembrado memoria y verdad, hemos sembrado historia, coraje y cultura para defender la memoria, la verdad y la justicia.
Entramos por esa puerta con más del 50 por ciento de los trabajadores que tenían trabajo, no de todos, de los que tenían precarizado totalmente y hemos descendido considerablemente los índices de precarización; falta más, mucho más, pero tienen que ayudarnos los sindicatos, los trabajadores, la sociedad empoderada. Entramos a esa casa de gobierno donde no había convenios colectivos ni consejo del salario mínimo, vital y móvil, donde había más del 40 por ciento de los jubilados con una mínima de 200 los que estaban jubilados y salimos con convenciones colectivas - ya voy a hablar de ese tema, quédate tranquila. Entramos y salimos con un salario que es el salario mínimo, vital y móvil más importante de América latina, lo midan contra lo que lo quieran medir, contra dólares, contra inflación, paridad de poder adquisitivo; salimos con el 97 por ciento de nuestros viejos y viejas cubiertas por el sistema previsional y garantizada la movilidad jubilatoria; entramos sin ninguna cobertura para aquellos que no tenían trabajo o estaban precarizados y salimos con el derecho, no el programa o el plan social, el derecho de la AUH que significa que mientras no se consigue trabajo el Estado tiene que estar presente para que los pibes vayan al colegio, tengan educación y tengan salud, que no tienen la culpa de lo que les pasó a los padres o de lo que le hicieron a los padres.
Entramos a esa Casa de Gobierno a punto de perder las únicas dos órbitas satelitales que tenía nuestro país, porque hasta el espacio aéreo había sido privatizado; Néstor a través de un decreto sacó del medio esto y volvió a recuperar para el patrimonio de los argentinos el dominio espacial. Pero no nos conformamos porque si no ocupábamos las órbitas las perdíamos, una de ellas era solicitada por Inglaterra. Entramos en esas condiciones y nos vamos con dos satélites en sus órbitas, hechos por argentinos, por el INVAP. Científicos argentinos, proyecto argentino, trabajo argentino, satélites argentinos.
Entramos con un déficit energético muy fuerte, pero que estaba escondido porque no había actividad económica, no se había hecho ninguna obra importante. La última obra se había hecho era allá por el 98, pero no se notaba. ¿Saben por qué no se notaba? Primero porque no había fábricas abiertas, segundo porque ustedes en sus casas, los que tenían casa, no tenían nada que enchufar. Ahora tienen que enchufar un lavarropas nuevo, una heladera, un plasma, un aire acondicionado. Por eso había superávit energético. Falso, fue necesario construir miles y miles de megavatios para dar abasto al proceso de reindustrialización más importante, porque entramos sin industrias y salimos con un país con industrias en marcha, dándole trabajo a millones y millones de argentinos.
Entramos a esa Casa de Gobierno, a la Casa Rosada, con científicos que no creían en nada ni en nadie, con científicos que se habían ido del país, porque este país que desde la universidad nacional pública y gratuita les había dado tantas oportunidades a tantos argentinos, no les daba trabajo. Y hoy nos vamos con más de 1.000 científicos y científicas que han retornado al país, con un Ministerio de Ciencia y Tecnología y con la inversión en ciencia y tecnología, en salarios, en laboratorios y también en eventos tecnológicos más importante que se recuerde en toda la historia de la Argentina.
Entramos en un país donde los últimos museos o espacios culturales se habían hecho hacía décadas, es más, recuerdo que había habido un gran proyecto cultural en lo que terminó siendo un hermoso shopping. Nosotros en cambio realizamos y llevamos a cabo la inversión en infraestructura cultural, pero además inversión cultural que no es solamente en museos o en edificios, como el Centro Cultural Kirchner o el Museo del Bicentenario o el Museo de la Lengua y la Palabra, la reparación del Museo de Bellas Artes, no –ya vamos, son muchas cosas, y como no es cadena nacional no van a poder decir nada- nos vamos con una inversión que ha permitido generar una industria de contenidos y series a través del BACUA y de numerosos programas que nos han permitido que nuestros artistas por primera vez conquisten premios internacionales sin precedentes. Más de 200 películas argentinas financiadas por el INCAA, el Estado, como nunca antes se había hecho, trabajo para los actores, trabajo para los utileros, para los cámaras, para los cableros, y también exportación. Nos vamos en un país donde teníamos que importar software y ahora estamos exportando software.
Entramos en un país donde no había habido inversión y quienes podemos dar cuenta que no había habido ni aerolínea de bandera somos nosotros, los de la Argentina profunda y lejana. Para lo que ustedes es el bondi para nosotros es el avión. Y si no era un destino turístico rentable no llegaba nadie, con reducción de vuelos, con impacto también en el turismo. Y aquí está esta nueva Aerolíneas Argentinas, modelo en el mundo, que hemos recuperado y que hoy, lo reconoce la propia competencia privada, es de un grado de excelencia mejor, pero que además, a diferencia de los privados, va a todas las provincias argentinas, las 23, a las que son turísticas y a las que no lo son. Porque el concepto de un país no se puede medir con una empresa, un país no es una empresa, un país es una nación, conformada por hombres y mujeres, con diversidad, con necesidades que deben ser cubiertas no con un criterio economicista o de balance, para que cierre el balance. El balance de una empresa se cierra de una manera, pérdida o ganancia, cuánto entró y cuánto salió. El balance de un país se cierra por cuántos argentinos están adentro y cuántos quedan afuera. Por eso no es lo mismo un país que una empresa, que nadie se confunda.
Entramos a un país cuando habíamos perdido un recurso estratégico que ningún país renuncia y pierde, el energético, y nos tocó recuperar Yacimientos Petrolíferos Fiscales, convertida hoy en la empresa argentina más grande y una de las 2.000 más grandes del mundo. Mañana vamos a ir a La Plata, y vamos a visitar las inversiones que se están haciendo en el YTEC, que es un instituto de investigación petrolera hecho en conjunto entre YPF y el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Y también vamos a visitar la modernísima planta de coque, que la va a convertir en la más importante de toda Sudamérica. Esa es nuestra YPF, sostenida y ayudada por el Estado con políticas activas, como todo el sector petrolero también privado. Porque todos ustedes saben que ha caído el precio del petróleo, y cuando cae el precio del petróleo si vos tenés un criterio empresario bajás equipos y que la gente quede en la calle; cuando vos tenés un concepto de país sabés que tenés que mantener ese trabajo, fundamentalmente la inversión, pero fundamentalmente también que esa empresa siga funcionando para todos los argentinos hasta lograr el autoabastecimiento energético.
Podría seguir enumerando, podría seguir hablando de los derechos reconocidos de la universidades, estas 19 nuevas universidades que permiten que nuestros chicos puedan estudiar, que no tengan que hacer, como hacían no hace mucho tiempo, apenas allá por la década del 60 ó del 70, los jóvenes del sur o del norte venirse a Córdoba, a La Plata, a Buenos Aires o a Rosario para estudiar. Esto ha permitido por primera vez en la historia que los hijos de los trabajadores, como fue también en mi época, signada por el paso del peronismo en el gobierno, pudieran llegar a la universidad. Lo hemos logrado porque hemos protagonizado en estos 12 años y medio el proceso de movilidad social ascendente más importante del que se tenga memoria. Nadie puede decir en estos 12 años y medio que no ha progresado un poco más de lo que era su vida por el 2001, 2002 ó 2003.
También y finalmente quiero decirles que hay otros derechos, tal vez, que no eran reclamados o por lo menos no eran vistos por el conjunto de la sociedad, pero les damos cabida. Tengo el inmenso orgullo como mujer, pero como ser humano fundamentalmente, de que bajo nuestra gestión se promulgara la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género, la Ley de Fertilización Asistida, para todas esas mujeres que no podían quedar embarazadas y no podían pagar los costosos tratamientos.
El honor de haber inaugurado el otro día el Polo Científico Tecnológico en lo que eran las ex bodegas GIOL, donde había solamente ocupas y ratas, ratas de cuatro patas digo.
Y debo decir algo, después de lo que hemos vivido en los últimos días digo que hemos hecho algo mucho más importante que todo esto y todo lo que seguramente se me olvidó enumerar. ¿Saben qué hemos hecho? Hemos empoderado al pueblo en sus derechos, la gente sabe cuáles son sus derechos, no son autoconvocados, son empoderados. En cabeza de todos y cada uno de ustedes están los derechos y son ustedes los que deberán defenderlos si alguien se atreve a querer arrebatárselos. Aquí estaremos, junto a ustedes, defendiendo las conquistas logradas y reconociendo esta siembra de conciencia nacional, popular y democrática que hemos sembrado a lo largo y a lo ancho de la Argentina, en las mujeres, en los trabajadores, en los científicos, en los jóvenes y en todos aquellos que creen que la patria es el otro porque la solidaridad y el prójimo siguen siendo lo más importante. Gracias argentinos, muchas gracias a todos por el esfuerzo, por el coraje, por la valentía, por el empeño puesto y porque sé que nunca más van a abandonar la lucha. Gracias todos, los quiero mucho.
Cuanto vamos a Extrañarte Cristina!!! En los 90 vivía al borde de la sociedad con garras y dientes intentaba no caer...al vacío, resistí, resiatimos a cada uno de los empujones de nuestros gobernanates. Aumento de sueldo, jubilación para mis viejos, universidad para mi hija, DIGNIDAD, DERECHOS un país más justo, un inmenso proyecto de país que noa enlazó, nos cuidó, nos miró. Estos días son de mucha angustia, dolor , estoy herida pero con la memoria fresca, alegre, firme de que el país que siempre soñé LO VIVÍ y haré todo lo posible para que no sea un paréntesis en la historia, compañeras y compañeros seguiremos sembrando este proyecto.
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