Este nuevo “paro” convocado por los ruralistas es una cargada, ya levantaron casi toda la cosecha de soja, la acopian en silos y como el precio no va a bajar sino que, más bien es posible que suba, este “paro” no tiene ningún costo para ellos.
A diferencia de los paros en serio, donde los trabajadores dejan sus tareas y corren el riesgo de despido o el descuento de sus haberes, esta gente no solo no deja de trabajar sus campos, sino que ganan o conservan la espectativa de ganar más. Más que paro, es como poner la plata en un plazo fijo.
El centro del conflicto fue y sigue siendo el aumento de los derechos de exportación a los granos y la implementación de un esquema de movilidad de la tasa atada a la evolución del precio internacional de los granos (“retenciones móviles”).
La supuesta “agenda agropecuaria” a la que aluden los dirigentes son apenas una excusa. Sencillamente quieren la derogación de las “retenciones móviles” o que se lleven a niveles mínimos para garantizarles la apropiación del máximo posible de los precios internacionales.
Cualquier esquema de reintegros a pequeños y medianos productores o las compensaciones al flete que beneficien a las zonas extrapampeanas, medidas alternativas ofrecidas por el gobierno, son rechazadas, o lo que es peor, aceptadas pero junto a la eliminación de las “retenciones móviles”. En realidad saben que en su mayoría esas compensaciones no las pueden cobrar porque les exigiría el blanqueo de las operaciones que realizan y la regularización impositiva de sus empresas.
A tal punto nos toman para la joda que encima, a la vez que anuncian un “paro” por tiempo indeterminado, piden una audiencia condicionada con la Presidenta.
A diferencia de los paros en serio, donde los trabajadores dejan sus tareas y corren el riesgo de despido o el descuento de sus haberes, esta gente no solo no deja de trabajar sus campos, sino que ganan o conservan la espectativa de ganar más. Más que paro, es como poner la plata en un plazo fijo.
El centro del conflicto fue y sigue siendo el aumento de los derechos de exportación a los granos y la implementación de un esquema de movilidad de la tasa atada a la evolución del precio internacional de los granos (“retenciones móviles”).
La supuesta “agenda agropecuaria” a la que aluden los dirigentes son apenas una excusa. Sencillamente quieren la derogación de las “retenciones móviles” o que se lleven a niveles mínimos para garantizarles la apropiación del máximo posible de los precios internacionales.
Cualquier esquema de reintegros a pequeños y medianos productores o las compensaciones al flete que beneficien a las zonas extrapampeanas, medidas alternativas ofrecidas por el gobierno, son rechazadas, o lo que es peor, aceptadas pero junto a la eliminación de las “retenciones móviles”. En realidad saben que en su mayoría esas compensaciones no las pueden cobrar porque les exigiría el blanqueo de las operaciones que realizan y la regularización impositiva de sus empresas.
A tal punto nos toman para la joda que encima, a la vez que anuncian un “paro” por tiempo indeterminado, piden una audiencia condicionada con la Presidenta.
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