Hace tiempo que esta dando vueltas la idea de crear “mercados populares” donde los productores ofrezcan directamente al consumidor, productos de la canasta básica con descuentos importantes. De hecho es una iniciativa que cuenta con el apoyo de movimientos sociales y de la propia FAA.
Hay varias cuestiones complicadas en este asunto, quien garantizaría que los productos sean los suficientes y de primera calidad ?
En este sentido, el domingo en Página 12 apareció una “genial” propuesta de Felipe Solá, que seguramente no habla solo por su propia boca, proponiendo un “sistema nacional de seguridad alimentaria” y que integraría un “set de productos de alimentación” poniendo como ejemplo un plan del primer gobierno de Peron que incorporaba como “plato de aquella dieta la carbonada, que incluía carnes menores, verduras, arroz y hasta alguna fruta.”
Pero la verdadera intención de este plan "progresista" reside en un perverso cálculo
“permite que el productor reciba un valor perfectamente claro por sus productos y lo que le queda de su producción, por fuera de las cantidades acordadas, lo exporta o vende en el mercado interno a precios libres.” Es decir, lomo al champignon para el consumidor de París y las cañitas y el resto, a conformarse… polenta con pajarito.
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