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¿Y el chori donde está, el chori dónde está, dónde está el chori donde está?


Me cagué de frío, no me dieron chori, y fui fugazmente feliz. Es el relato de alguien masoquista? No, simplemente el relato de alguien que fue a la plaza con ansiedad y deseos irrefrenables de hacerse “masa sudorosa” junto a la negrada del conurbano bonaerense, harta de las discusiones cotidianas con el medio pelo argentino, con el que se ve obligada a convivir de 9 a 17 hs (más tiempo que con los propios hijos).
Igual, se los avisé, tenía la plena seguridad, de que responsabilizarían al nunca bien ponderado chori... Qué injusta que es la vida! Un manjar de los dioses ultrajado a mero vehículo movilizador de muertos de hambre. Se nota mucho que me quedé con las ganas de un chori? había... pero sólo se podía acceder a ellos mediante un intercambio comercial... este capitalismo salvaje! Una de las mejores frases del día, dicha por una persona que no debería comer choripán por tener un hígado particularmente sensible: “Yo me compré un chori, total la hepatalgina fue venir a la plaza, después de este fin de semana que me tuvo al borde del vómito”
Y sí, ya comenzaron a circular los mails, ya convocan a un nuevo cacerolazo, ya culpan al choripán, ya quieren tapar el sol con las manos. Igual debo hacer un mea culpa, yo también fui prejuiciosa, generalicé la realidad que me rodea en mi ámbito laboral, la típica clase media-media argentina, que araña para no caerse y pisa cabezas para trepar (o sentirse que pertenece a una clase media-alta, o al menos que puede codearse un cachito, codo a codo, batiendo cacerolas el lunes en Olivos, estar cerquita, respirar el mismo aire, odiar a las mismas personas, tener el mismo miedo/odio por la negrada).
Pero para mi sorpresa en la plaza me encontré con una realidad bastante variopinta: mucha clase media suelta (que no se movilizó con una organización, agrupación, movimiento, o lo que sea) además de mi familia nuclear y extensa, y mis amigos ideológicamente más cercanos (peronistas de los más variados gustos y colores, transversales, de apoyo crítico, de apoyo acrítico o kirchneristas a secas) me encontré con muchísimos conocidos que no se acercan ni se acercaron nunca, ni por asomo al peronismo o algo que se le parezca. Sólo algunos ejemplos: a) militantes de la Facultad de Filosofía y Letras re calientes con el Centro de Estudiantes que llevó la bandera al piquete paquete de Acoyte y Rivadavia, absolutamente anti peronistas, pero que me sintetizaron así su posición: “en ésta está muy claro dónde hay que estar”. b) un ex novio radical, que lo más cercano al peronismo que estuvo, fueron los besos que nos dimos cuando teníamos 18 años, y que resumió la coincidencia de habernos encontrado los dos ahí (y quizás de que alguna vez hayamos coincidido en otros aspectos) “los dos pertenecemos al campo popular”. c) la presencia más linda para mí, una compañera de trabajo, de la misma generación que mi vieja, pero que nunca estuvo en política, ni se la jugó en el ’70, ni se la juega mucho hoy en sus opiniones, en las discusiones que tenemos con mis otras compañeras, pero que tiene bien claro a dónde va la plata que el Estado recauda, que no es para hacer caja, sino que es por ejemplo para darle una jubilación a su mamá de setentaypico de años, que laburó toda la vida pero no tiene los aportes necesarios, y para quien la vida cambió mucho a partir de esa jubliación que le permite poder ayudar a la hija (mi compañera) a parar la olla, la dignidad que eso implica se le nota en el rostro a esa mujer entrañable, y ella quería pasear su rostro orgulloso y agradecido por la plaza. El frío y la edad no la dejaron, pero mandó a su hija a que le agradezca a Cristina y a Néstor.
Y, a no confundirse, eso no es clientelismo, nadie la fue a buscar, nadie le pidió nunca nada a cambio, simplemente es una persona que sabe diferenciar entre un gobierno que recorta el 13% de sus ingresos a jubilados y otro que se los reintegra y además incluye en el sistema de jubilaciones a miles de personas que no estaban en condiciones de hacerlo. Son opciones, no?
Y cada uno de nosotros debe pensar muy bien qué defiende, qué critica, e informarse mucho, dándole por lo menos una masticada más a la información que nos intentan hacer engullir los medios de comunicación.

ACTO EN LA PLAZA

Multitudinario, alegre, emotivo acto protagonizamos esta tarde en la Plaza de Mayo. En mi opinión había más gente que el acto de abril. Cerca de las 14 horas empecé a bajar por Avenida de Mayo. Carteles pintados a mano, carteles con marcador, banderas argentinas con la estrella federal. Columnas de las agrupaciones, La Cámpora, el MUP, el Partido Comunista Congreso Extraordinario, el Partido Socialista, Peronismo de Jujuy, Cooperativas, Comedores escolares, Peronismo de La Matanza, Florencio Varela, la UOCRA, la UOM, Bancarios.
Caras amigas, familias, compañeros y yo. De Punta a Punta de banderas y de pueblo.
Esto sirve, siempre sirve, cuando estamos hartos de la gorilada que se te mete por los ojos y los oídos, necesitamos unas horas para reconocernos y volver a bregarla contra toda esta infamia que nos quiere cercar.
Y el discurso de la compañera Cristina, ella “la que habla difícil” para la descerebrada clase media y los glifosatomaníacos, nos hablo un rato en nuestro lenguaje, el de la democracia, de la justicia social, de la lucha y la paciencia. Las personas que me rodeaban seguían con atención el discurso. Atentos, nos miramos con aprobación y hasta aplaudimos cuando mencionó la legalidad y constitucionalidad de los derechos de importación y exportación. Es decir, las “retenciones”. (Traduzco por si hay algún cacerolero que este leyendo esto)
Nos fuimos, intentamos entrar en un bar, pero tenía las puertas cerradas, “no peronist admitancce”. Un bar otrora roñoso, pero modernizado por la reactivación nacional y popular. Una de estas noches voy y le meo la puerta. Pero así son.
La tele, mostraba la “oración ecuménica” en Gualeguaychú. Las “entidades” renovando el paro hasta el viernes. Reportaje al secretario de actas de la Sociedad Rural de Nosedonde evaluando el discurso de Cristina. Canal 13 pasando un informe con el epígrafe “Moreno bailando en una pata” donde escuche el comentario del especialista en informática, todo un salame especial, diciendo “Y el secretario de comercio, como hace 32 años, exaltado gritando el cantito montonero”. Más tarde la cosa no mejoró, la selección no pudo con esa banda de muertos. Empate, pero nosotros ganamos.
Antes de irme a dormir, una bandera argentina que tenía escrito “Larguen a Charly, Metan a Carrió” Y mucha, mucha, mucha, gente

a no faltar

TODOS A LA PLAZA DE MAYO

MIERCOLES 18 DE JUNIO – 15 HS

En defensa del gobierno nacional y popular

Hace poco más de tres meses, el gobierno nacional en ejercicio de sus atribuciones estableció derechos de exportación a los granos de acuerdo a la evolución de su precio en el mercado internacional. Las denominadas “retenciones móviles”

Esta medida de política económica dictada para resguardar la soberanía alimentaria de nuestro país fue resistida por las patronales del sector agropecuario mediante la convocatoria a un “paro” que tuvo y tiene como metodología principal el corte de rutas en varias provincias, provocando desabastecimiento, aumento de precios y perjuicios en amplios sectores de la economía. No obstante el "campo" siguió trabajando y exportando sus productos incluso en cantidades y valores superiores al año pasado.

El gobierno nacional, desde el primer momento ha abierto el diálogo con el sector y ha respondido a parte de sus demandas sobre las consecuencias de las retenciones móviles. Así se ha dispuesto el reintegro a pequeños y medianos productores, subsidios al flete para zonas extrapampeanas, modificación de las retenciones para la comercialización de granos a futuro, acuerdos de exportación de carnes y liberación de la exportación de trigo. Además se ha propuesto la discusión de una amplia agenda agropecuaria para tratar la producción láctea, las economías regionales y regularizar el trabajo rural entre otras cuestiones. Pero una y otra vez, la patronal ha descartado el diálogo y endureció su "paro" en defensa de las superganancias de la soja. Así durante casi tres meses han mantenido los cortes de ruta obstaculizando el derecho constitucional a transitar y a trabajar libremente. Las amenazas y agresiones del "campo" han sido moneda corriente en las rutas, ciudades y pueblos de nuestro país, contra comerciantes, trabajadores, industriales, vecinos y autoridades elegidas por el pueblo.

Pero no han estado solos en su accionar ilegal y antidemocrático. Los medios masivos de comunicación encabezados por el grupo Clarín han desatado una feroz campaña contra el gobierno: desinformando, tergiversando y discriminando a los sectores populares a toda hora y por todos sus medios. También la oposición política se ha unido a la cruzada desestabilizadora: La Coalición Cívica, El PRO, los radicales y el duhaldismo, que hace apenas seis meses perdieron escandalosamente las elecciones encontraron en el reclamo del "campo" una vía de disputa del poder sin someterse a la voluntad popular. En la escalada desestabilizadora se han sumado además las patronales de los transportistas y otros sectores como las petroleras que desabastecen y especulan con los combustibles.

En este escenario estamos en las puertas de un golpe económico que tiene por objeto manipular a un gobierno debilitado para sostener sus privilegios amenazados y hacer retroceder al pueblo a los niveles de pobreza y desempleo sufridas hace poco tiempo.

Pero nuestro gobierno en nombre de los 8 millones que votamos a Cristina no acepta a ser sometido a la extorsión de un sector económico y sus aliados. No se trata de enojo o capricho, sino de responsabilidad institucional y respeto a la legitimidad democrática. Porque quienes votamos hace unos meses, lo hicimos por un gobierno que ejerciera su facultad para adoptar medidas orientadas a la redistribución del ingreso y para que represente a todos en el diálogo y negociación con las corporaciones sin aceptar imposiciones ni amenazas.

El "clima destituyente" ya tiene hoy sus grupos de choque en las rutas y ciudades, sus personeros políticos y su prensa. No estamos en momentos de entender de qué se trata el programa de "la nueva derecha" y sus procedimientos discursivos y políticos, porque ya los conocemos. Se trata de actuar contra su accionar antidemocrático y desestabilizador.

Es el momento y la hora de tomar partido.

La tempestad