La oposición mediática reaccionó al discurso de Cristina en la asamblea con poca información y mucha interpretación sesgada y malintencionada. Como carecen de instrumentos políticos e institucionales para defender sus intereses asumen de plano y sin mediación el rol de partido opositor.
Para La Nación, la preocupación central es la reforma del BCRA, cuyo único fin sería “aumentar el uso de reservas para sus necesidades de caja” y en el mismo sentido Pagni advierte que “la caja es todo”. Morales Sola, analiza con sorna el discurso como “Una obra cumbre del relato oficial”, señalando que el kirchnerismo es “una nomenclatura aislada de la sociedad” y que el reclamo de Malvinas forma parte de una de las “obsesiones de temporada”
Mientras, Clarin tipifica el discurso de cristina como “Más de 3 horas de autocelebración” y titula “Trenes: Cristina justificó la falta de inversión”
Pero el grupo se lanza lisa y llanamente a defender a su candidato Macri, quien ayer en un instante de sinceridad pidio a Cristina que se “haga cargo de la Ciudad”. Dice sobre los subtes que “El contrato aún está a nombre de la Nación" y que en realidad “El gran enojo con Macri apenas alcanzó a maquillar el paso atrás”
Y entre otras cosas desde TN, tempranito, Bonelli apela a los resabios de la memoria colectiva neoliberal con la esperanza que quede algo de ella y nos asusta con “vuelve la indexación” y que el gobierno “va a emitir sin respaldo”
En los próximos días veremos si la política recoge la agenda de la oposición mediática o se anima al debate y las propuestas. Valga entonces el pedido de Cristina al final de su discurso:
“Por eso les pido a todos, a todos los argentinos con mucha humildad, en serio les digo, no valió la pena tanta pelea, lo que es importante es que nos acerquen mejores ideas; lo que es importante es que no se dejen manejar la agenda por tres o cuatro monopolios que les importa un corno ustedes y la Argentina. Piensen y si no me creen piensen cómo los matan a todos juntos cuando no hacen lo que ellos quieren. No se dan cuenta que muchas veces los utilizan para sus propios fines y cuando no les sirven los tiran y los critican; tengan su propia agenda; tengan sus propias ideas; sus propios objetivos y tengan la certeza de que si tienen razón van a ganar, pero no crean que poniendo palos en la rueda a quien está gobernando, o tirándole las cosas por la cabeza, o no haciéndose cargo, o victimizándose van a ganar algo.”
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