…. que el dólar, que esto, que lo otro

“que uno escucha, en los últimos días, y que realmente si uno mira los países que nos circundan y la competitividad, desde el punto de vista cambiario, comparando el valor que tenía el dólar en Brasil, Chile, Perú y Uruguay – en diciembre del 2002 – y ajustando el valor de paridad en cada caso, por la inflación acumulada, en estos diez años, de cada país, hasta diciembre de 2012, los valores resultan desactualizados que Brasil debería llevar el dólar – sería hoy – si el dólar estuviera a 6 reales con 40, y está a 2, 2, el último fue de 2,001, creo, el viernes. Si lo lleváramos a Uruguay estaría a 58 pesos con 80, siempre con la inflación de cada país. Las cotizaciones actuales son 2 reales y de 18,9 pesos, respectivamente, lo que necesitaría una corrección cambiaria, de seguir este criterio, de algunos sectores muy chiquitos y muy pequeños que impulsan cosas que significan formidables transferencias de ingresos de sectores populares de la mayoría de los argentinos a pequeños sectores concentrados, además de producir efectos políticos institucionales. Por eso lo hacen, en realidad... respectivamente resultaría una corrección cambiaria del 215 por ciento, para Brasil, y del 212 por ciento para Uruguay. Si hacemos el mismo ejercicio para Chile arrojaría un ajuste cambiario del 107 por ciento; en Perú del 81 por ciento. Es decir, que en cualquiera de estos países estarían con un retraso cambiario- con ese criterio – mucho mayor que el que ellos dicen que tiene la Argentina. 

Además, por lo menos mientras yo sea Presidenta, los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que tenga que pagar el pueblo, van a tener que esperar otro gobierno. No con nosotros. 

Y no se trata solamente de una cuestión de sensibilidad social ni nada, simplemente de inteligencia y de lectura correcta de lo que ha pasado en la Argentina en los últimos 50 años con los procesos devaluatorios recomendados e impulsados. Porque había todo un sistema: como dependíamos del Fondo Monetario Internacional por los créditos que teníamos, aparecía como una recomendación del Fondo, pero al Fondo iban los correveidiles de la Argentina a decirles lo que teníamos que hacer. O sea, era como una calesita, se subían acá, daban toda la vuelta, llegaban allá con el caballito al Fondo y después venía el Fondo con "discurso propio" y nos decía a los argentinos lo que teníamos que hacer. En realidad, nos decía lo que quería un grupo así chiquitito de argentinos que durante 50 años lucraron –y mucho realmente- con el hambre, la miseria y la desindustrialización del país. Porque además, esa desindustrialización, con largas colas de desocupados, cuando hay muchos desocupados haciendo cola, los salarios bajan y además, cuando hay gente que no tiene plata se come menos y cuando se come menos se puede exportar más de todo, de trigo, de carne, de harina, de maíz, de lo que fuere. Entonces, esto también está visto que tampoco funcionó, porque esto daba lugar a crisis institucionales recurrentes, donde cambiaban los gobiernos pero no las políticas. Pero lo más gracioso de todo es que los que tenían la culpa de las cosas que pasaban, eran los políticos y por eso los cambiaban, que seguían haciendo lo que querían los sectores económicos y la política seguía pagando los costos de las cuestiones o de la política económica impulsada por otros. Este es el cuentito de la Argentina. Palabras más, palabras menos, la historia lo demuestra así claramente con números.” ...... CRISTINA

1 comentario:

  1. Todas estas presiones se producen porque la inflacion es tan alta , si la inflacion fuera menor al 10% anual no existirian como sucedia en 2006 , la pregunta es si es posible crecer en Argentina con salarios altos en dolares y esa tendencia a fugar sus gananxcias a Suiza y Uruguay que suelen imitar la mayor parte de los funcionarios publicos

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