Dias pasados estuve en Misiones, una hermosa provincia de nuestro país. Tierra colorada, gente amable, olor a madera, yerba y los ríos Paraná y Uruguay todavía limpios. Pero para no perder la costumbre, paré un poco la oreja y conversando con la gente me encontré con distintas opiniones acerca del gobierno nacional y provincial. Haciendo un repaso muy relativo - dada la escasa cantidad de gente que “encuesté” -podría resumirlo así: La gente con plata detesta a Cristina y reproducen los argumentos de los medios de comunicación con un fuerte tono machista, los comerciantes y los que desarrollan actividades asociadas con la producción agrícola están divididos y el resto, los trabajadores, empleados y peones, apoyan al gobierno. Pero aún así, aún los más críticos ven como opción de gobierno no a Carrió o a Cobos, sino a Kirchner.
Una cuestión que me llamó la atención es que me preguntaran por el “misionero” que gobierna la ciudad de Buenos Aires, refiriendose a Macri con desprecio, ya que lo ubican junto a Puerta como los causantes del desastre provincial.
Una cuestión que me llamó la atención es que me preguntaran por el “misionero” que gobierna la ciudad de Buenos Aires, refiriendose a Macri con desprecio, ya que lo ubican junto a Puerta como los causantes del desastre provincial.
Entre las vueltas que di me fui hasta la comunidad Kaaguy Porá de los Mbya guaraníes cerca de Andresito, donde viven 33 familias en 140 Has. Uno de los jefes me contó de los problemas que tienen para desarrollarse por las restricciones de tierras y las políticas de preservación de recursos naturales. En el transcurso de la conversación le pregunte sobre las necesidades de la comunidad y me contestó que más allá de algunas necesidades cotidianas, estaban conformes y bien. A pesar de su respuesta me pareció que hay mucho que escuchar y responder por ahí. Pero lo que me resultó impactante es la dignidad de la respuesta porque estaba acostumbrado al lloriqueo constante de nuestros chacareros millonarios.
Ayer escuché la conferencia de prensa de Cristina en la costa del Iguazú tomando unos mates con Campeche –si alguien sabe donde conseguirla por acá avise- , no me la podía perder después de años de escuchar que una conferencia de ese tipo pondría negro sobre blanco la realidad del país y sería un punto de inflexión para el gobierno. Nada de eso pasó, nuestros mediocres periodistas apenas balbucearon algunas preguntas anodinas y las consabidas críticas a Moreno y a los índices de inflación. Increíble fue la pregunta del mamerto de TN sobre Cobos, mal formulada y completamente desubicada.
Lo más importante fue que quedó en evidencia no sólo la solidez de Cristina como cuadro político y como presidenta, sino también el escaso nivel de nuestros medios de comunicación privados en general. Ojalá se repita y banquemos a Moreno así tienen qué preguntar la próxima.
Después la sigo, y de nuevo los invito a Misiones, que es mucho, muchísimo más que las cataratitas esas.
Si muchachos,
ResponderEliminaresto no resiste, y nuestro país tampoco, se agotò.
Lo mas deprimente es que somos una sociedad que agotó la producción de figuras políticas, de discursos renovadores, de dialogo auténtico, nos quedamos sin ninguna capacidad de proyectar,
solo somos los desechos acumulados de la sucesiòn de fracasos que es nuestra historia, y todavía suele creerse que hay un país por encaminarse en cualquier momento por obra y gracia de algún iluminado de turno, pero no somos ninguna sociedad funcional. Mas bien, un montón de gente que se repele viviendo en un mismo territorio, sin demasiados intereses en común, con la cruda excepción común de la defensa de la propia individualidad.
Nuestra realidad es un gran "bailando por un sueño", no tenemos proyecto colectivo de nada, aceptamos permanentes cambios en las reglas de convivencia según nuestro antojo y conveniencia, y nuestro futuro es una cáscara vacìa.
Si alguien cree que soy esceptico, aclaro que soy un modesto realista que se esfuerza por no caer en la ceguera colectiva ante lo inevitable.
yo también quiero que se caigan de una vez, ya que es preferible la debacle total a esta payasada sostenida con unos pocos alambres.
Coincido
ResponderEliminarhttp://presidecristina.blogspot.com/
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