Cuando una gorila se enternece.

La Nación publicó una nota de opinión de Laura Di Marco: “Cristina, su viudez y el inconsciente femenino” donde describe con algún asombro el despertar de cierta empatía de las mujeres de su clase hacia Cristina por la muerte de Nestor.
En síntesis, explica al estilo Beatriz Guido la génesis de un sentimiento ajeno a la racionalidad de La Nación de mujeres ilustradas


Pero con sinceridad, la autora advierte que excluye “deliberadamente a las mujeres de sectores populares porque su relación con la Presidenta siempre fue de otro calibre, transitó por otros espacios. Ellas siempre se relacionaron con Cristina de un modo más estrecho, probablemente mediado por la histórica cultura peronista. En una palabra: es claro que, en esas franjas sociales sucede, definitivamente, otro fenómeno”


Así, ese “fenómeno” de la relación de Cristina con las mujeres del pueblo es tangencialmente explicado por la mediación de la “histórica cultura peronista”
Hay que reconocer que la autora encontró una manera sutil de referirse al “clientelismo”, explicación tan propia la cultura histórica gorila. Claro, parece que en las mujeres del pueblo no hay racionalidad, no hay valoración de las políticas públicas ni relaciones fundadas en los hechos políticos. No hay comprensión.
Parece que ser mujer, kirchnerista y pobre es producto del devenir de la "cultura peronista", ni más ni menos que el correlato de género del aluvión masculino que se arrastra a los actos por el choripán y la coca.

La autora se pregunta: “¿Alianza coyuntural, mediada por la tragedia? Es probable. ¿Simpatía frágil, poco consistente? Quizá, pero no por eso deja de ser novedosa, única, y, sobre todo, sorprendente.”

A no preocuparse mujeres Nacionales: agradecemos el intento, pero no nos engañamos, ese sentimiento es ropita usada para la empleada.

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