Ayer Cristina se refirió a las operaciones que realizan cotidianamente los medios hegemónicos para denigrar al gobierno y destrozar la autoestima de los argentinos.
Esta vez habló de una nota de Clarin que pretendía ilustrar la desaceleración económica con empresas supuestamente afectadas. El problema es que eligió para ese fin a la inmobiliaria Jorge Toselli Brokers SRL, que no presentó las declaraciones juradas desde el 2007 y por lo cual la AFIP le bloqueó el CUIT de la empresa quedando inhabilitada para operar comercialmente, (aunque puede hacerlo mediáticamente).
Clarin entonces respondió de la manera que suele hacerlo: inscribiendo la actividad de control del estado y los dichos de Cristina en una especie de campaña de persecución contra los opositores y denunciantes del gobierno. Todo en nombre del discurso republicano.
Publicó el diario de la seguridad jurídica: “Cristina investigó con la AFIP a un empresario inmobiliario que se quejó” y “Celeridad para algunos y vista gorda para los amigos”, agregando que “Los alcances del secreto fiscal desatan polémica”
Hay que aclarar que Cristina no reveló ningún secreto fiscal, ya que el mismo alcanza al contenido de las declaraciones y no a la falta de presentación de las declaraciones juradas. (art. 101 L.11683)
Lo que queda expuesto entonces es no sólo la operación desánimo, sino la protección mafiosa que ofrece Clarín a todo aquel que está dispuesto a poner la cara y acompañar sus intereses. El último refugio de evasores, opositores sin voto, sindicalistas despechados, gobernadores mendicantes y PROcesados por la Justicia.
Quiero ese tractorcito
No hay comentarios:
Publicar un comentario