Hoy salió publicada en P/12 una nota “Ferreyra y la especulación electoral” de Aritz Recalde. Me pareció muy buena, excepto el segundo párrafo que me permito discutir.
En la nota se califican de llamativas y extrañas algunas circunstancias del asesinato y ahí no acuerdo. Cualquiera que haya militado alguna vez en un gremio sabe que las internas son duras y que hay oportunidades donde algunos dirigentes deslegitimados acuden a bandas en “momentos críticos” para marcar su presencia territorial. Estas bandas están compuestas a veces por el núcleo duro que rodea a la dirigencia y también por gente convocada de afuera para hacer el aguante. Insisto, esto pasa cuando los dirigentes están deslegitimados por renunciar a la defensa de los compañeros y no encuentran dentro de los afiliados la fuerza necesaria para la acción sindical.
¿Cuál es el “momento crítico” que pudo haber pasado en esta situación?
Que la conducción haya perdido presencia, legitimidad y este en peligro su representación.
Que la conducción haya acordado con la patronal y en este caso en particular al existir la decisión del estado de no reprimir la protesta social, haya decidido ejercer ese control.
Que la conducción obedezca a estrategias políticas contrarias al gobierno y literalmente creyo que es el momento de tirarles un muerto.
Puede haber otras, pero en ningún caso se trata de loquitos sueltos, esos tipos van ahí encuadrados y a hacer lo que tienen que hacer.
Digo todo esto, porque nos costó mucho a nosotros entender que el modelo sindical de una CGT única, masiva (atenti que no digo “democratica”) y del movimiento nacional, es fundamental para el avance de los derechos de los trabajadores. Pero me parece que tampoco podemos confundir o negar que hay dirigentes que claudicaron y ni siquiera son “burócratas”. Calificativo que en homenaje al Loro, no le cabe siquiera a Pedraza.
Por eso, ni extraño ni llamativo. La muerte de Mariano Ferreyra es repudiable y condenable sin devaluación, el resto, el uso de su muerte por parte de la oposición política y mediática forma parte de la miseria. No se trata de una cuestión siquiera de métodos sino de proyecto y por eso siempre nos van a atacar aunque nos comportemos como señoritas inglesas.
PD: Nunca supe que se quiere decir con “señoritas inglesas”
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