Un heterogéneo mosaico de apoyos políticos y sindicales de corto alcance concurrieron a la media plaza, incluyendo entre otros a Pino Solanas, Carlos Brown, Genta, Pitrola, Aldo Rico, Claudia Rucci, Nito Artaza, Venegas, Cyntia Hotton, Vilma Ripoll, Piumato, Cirielli, Mario Cafiero y un puñado de radicales y caceroleros. Dificil imaginar un proyecto político que salga de ahí.
Su habilidad como conductor, al menos fuera de sus propias fuerzas quedó en duda: En una semana lanzó un paro por 72 hs con bloqueo de plantas, desabastecimiento, llamo a un paro nacional por TV, le agregó movilización para el viernes, levantó el paro de tres días, aplazó el paro y movilización para la semana siguiente. Dijo que convocó la CGT, después que sólo su sindicato. Que te pongo en la tarima la sigla de la central y que te la tapo con los trapos del gremio.
Y en su discurso su síntesis de los logros de estos años en materia económica y social quedó reducida al “viento de cola”. Una explicación propia de los economistas neoliberales y que recuerdan a aquella de los ’50 y los lingotes de oro en el central.
Quedaba claro que tarde o temprano iba a materializar sus amenazas y aspiraciones, pero en unos días se dio cuenta que no hay una relación directa entre su capacidad de presión y su capacidad de movilización, con la conducción del movimiento obrero y la conducción del peronismo. Un peronismo que entiende como el resultado de su reducción a la CGT, de la CGT al sindicato y del sindicato a él.
“Más peronista que yo, Perón", "es una locura querer suplantar al peronismo"y "el kirchnerismo no tiene nada que ver con el peronismo" dijo, y agregaron el hijo y el aliado. Frases que pretenden reforzar al autoungido custodio de la doctrina, lo que curiosamente derivará en la antidoctrinaria profundización de la división del movimiento obrero.
Frente a este escenario y la necesidad de encontrar vías de dialogo y negociación con los representantes de los trabajadores organizados, el gobierno debería avanzar en el reconocimiento de todas las centrales de trabajadores, reconocer su legalidad, es decir otorgarles personería gremial. Y de ahí para abajo, para que los trabajadores sean los verdaderos protagonistas de las transformaciones y la defensa de sus conquistas.
y ahora que hacemos con scioli??? no olvidarse de danielito que tambien baila lindo en esta historia.
ResponderEliminarMire compañero, le comento que bala de plata solo hay una y el Hugo ya se la gastó. Y le doy letra: - carezco de un blog y no me sobran ni luces ni tiempo - el famoso Chazarreta, porque no presenta un recibo del 2001?. Tal vez andaba cambiando tartas en los clubes del trueque. Le descontaban porciones como impuesto a la miseria? Duro no? Pero hay algunos desagradecidos que se olvidan.
ResponderEliminarMuchachos actualicemos dia a dia las publicaciones.No se puede perder tiempo y dar espacio a los de enfrente.Abrazo.Miguel
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