Intervención del Diputado Rossi en la Càmara de Diputados durante el tratamiento del ochenta y dos.

Sr. Rossi (A.O.).- Señor presidente: nosotros somos el oficialismo, somos parte de este gobierno. Nos sentimos profundamente orgullosos de lo que ha hecho nuestro gobierno en materia previsional. Entendemos que el sistema previsional argentino es uno de los sectores en los que más se ha dibujado el trazo progresista e inclusivo de toda nuestra política.
En el año 2003 encontramos al sistema previsional argentino con la jubilación mínima de 150 pesos. Además, solamente el 50 por ciento de los adultos mayores se encontraban incluidos dentro del sistema previsional, al que tan solo aportaban cinco millones de argentinos. Y empezamos una política claramente inclusiva y distributiva.
Como primera medida empezamos a atender a aquellos jubilados que percibían el haber mínimo: nos parecía que 150 pesos era realmente una vergüenza y que había que atenderlos inmediatamente. Fue así que comenzamos a otorgar aumentos fijos a aquellos jubilados que percibían la mínima. Lo hicimos de manera tan efectiva y concreta que hoy aquí algunos señores diputados tuvieron que reconocer que el aumento de la jubilación mínima estuvo por encima del 600 por ciento. Pueden tomar el índice de inflación que quieran: supera ampliamente cualquier previsión inflacionaria que haya tenido la Argentina en estos siete años.
Entonces, llevamos la jubilación mínima de 150 a 1.050 pesos, que es lo que van a empezar a percibir los jubilados a partir de septiembre de este año.
A poco de andar nos dimos cuenta de que la cantidad de adultos mayores que se encontraban dentro del sistema previsional era casi igual a la de aquellos que estaban fuera. Hay algunos legisladores que pareciera que consideran que hay jubilados de primera y de segunda. Pareciera que quien se tuvo que jubilar con la moratoria previsional porque no pudo hacer los aportes o no se los hicieron, o porque durante toda su vida fue ama de casa, no tiene el mismo derecho a percibir la jubilación que alguien que hizo los aportes correspondientes o que tuvo la suerte de tener empleo en blanco durante 30 ó 35 años seguidos.
Nos dimos cuenta de que no era una política sustentable, que no se podía llevar en el tiempo, la de tener a más de la mitad de los adultos mayores sin ningún ingreso previsional en la Argentina. No tenían ingreso previsional y tampoco la posibilidad de acceso a la obra social, al PAMI, como tienen todos los adultos mayores en la Argentina.
Concretamos el plan de inclusión jubilatoria, sin duda un plan fenomenal que nos permitió llevar la cantidad de adultos mayores incluidos dentro del sistema previsional del 52 por ciento a arriba del 90 por ciento.
Hoy la Argentina tiene la tasa de inclusión de adultos mayores más alta de América Latina.
Por supuesto, se jubilaron con la mínima y por eso es falaz el argumento de que siete años atrás había un porcentaje menor de jubilados con la mínima y ahora hay más; porque, claro, los dos millones nuevos de jubilados, que están dentro del sistema se jubilaron con la mínima. ¿En qué otra categoría podíamos jubilarlos? Pero por cierto, pasamos de tener 3.200.000 jubilados a tener 5.400.000.
Sin duda esto trajo un beneficio adicional o, al menos, un dato singular que nos parece que hay que tener en cuenta. Dicho dato es que por primera vez en la Argentina la cantidad de hogares de adultos mayores con dos ingresos jubilatorios es sustancialmente importante, llegando a casi el 43 por ciento de los adultos mayores que viven en un mismo hogar y que tienen doble sistema de ingreso previsional.
Quizás la mayoría de estos adultos mayores sean mujeres, que pudieron acceder por el plan de moratoria de jubilación del ama de casa.
Entonces ese hogar que antes tenía un solo ingreso hoy tiene doble ingreso previsional. Es cierto, con la mínima la mayoría de ellos, como explicaba anteriormente.
También pusimos la mira en todo lo que había significado la bomba de tiempo que nos habían dejado los 90, que fue el sistema de jubilación privada que, ciertamente, como se dijo cuando se dio el debate aquí en el recinto, era una bomba de tiempo que en algún momento había que desarmar y desandar.
El sistema no se implementó pensando en los jubilados ni en los trabajadores sino en generar un mercado de capitales, que eso sí era un capitalismo de amigos, porque eran muy pocos los que recibían los préstamos de ese sistema de capitalización que eran las AFJP.
En primer lugar volvimos a la libre opción jubilatoria para que el trabajador pudiese volver al sistema público y después estatizamos el sistema de jubilaciones y pensiones en la Argentina.
En la estatización del sistema de jubilaciones y pensiones en la Argentina, he escuchado a algún señor diputado decir que no había votado en contra. Habrá que ver cómo se entiende cada uno, pero la realidad es que una buena cantidad de diputados aquí sentados no votaron a favor.
Algunos querían un sistema intermedio, como mantener el sistema de capitalización individual dentro del Banco Nación o dentro de la AFJP Nación.
Hubo cosas de ese tipo, pero volver al sistema de reparto administrado por la ANSES, en realidad fue acompañado por muy pocos: nos acompañó el socialismo y los bloques de legisladores de centro izquierda, pero los otros diputados no nos acompañaron.
A nosotros algunos votos ciertamente nos extrañaron, porque reconocíamos en algunos partidos políticos que habían tenido una actitud coherente durante todo ese tiempo de haber estado siempre en contra del sistema privado de jubilaciones y pensiones. Pero cuando aparece un gobierno con una iniciativa concreta de volver nuevamente al sistema público, por diferentes circunstancias terminaron votando en contra del sistema.
Empezamos a administrar los fondos de la ANSES, los cuales generan hoy muchas dudas. La verdad, hay que decirlo con claridad, hay veces que uno tiene dudas acá de las mismas cosas que hacemos nosotros, los legisladores, porque tenemos una comisión bicameral que controla la tarea del titular de la ANSES. El actual titular de la ANSES ha venido en seis oportunidades a esta comisión y le han dado todas las informaciones que se le han solicitado en cada una de las instancias.
Cuando esos 100.000 millones de pesos estaban en manos de las AFJP no controlábamos absolutamente nada. Nosotros, los legisladores, no teníamos ningún tipo de poder de control desde el Congreso de la Nación para ver qué se hacía, dónde se invertía y adónde se iba con ese sistema. Pudimos empezar a administrarlo y entonces esos fondos comenzaron a generar rentabilidad.
La decisión de estatizarlos y de que generen rentabilidad nos permitió tomar otra decisión, que fue la asignación básica universal por hijo, que no es una política de inclusión social ni la creación de un nuevo derecho: es la extensión de derechos. Por eso está bien que lo pague la ANSES y no el presupuesto, porque el salario familiar de los trabajadores activos lo paga la ANSES. ¿Por qué discriminamos al trabajador en blanco del trabajador en negro? ¿Por qué discriminamos al trabajador desocupado? Lo que hemos hecho es que ese salario familiar, al menos en la categoría de los hijos, lo cobre el trabajador en negro y el argentino desocupado que está buscando trabajo o haciendo changas. Hicimos que lo cobre en el mismo lugar donde lo cobra el trabajador en blanco, que es la ANSES. ¿Con qué criterio? Con el criterio de que la ANSES -como han dicho muchos- no está solamente equilibrada desde el punto de vista del ingreso de los aportes y contribuciones sino que un 40 por ciento de sus ingresos son aportes del sistema tributario.
Lo que hicimos fue un acto de estricta justicia: que se pague desde la ANSES. No se puede discriminar al trabajador en negro respecto del que está desocupado, porque gran parte de los fondos del sistema previsional son de todos los argentinos. Ese fue el criterio que utilizó la señora presidenta, el mismo criterio básico que usamos para incluir los dos millones de adultos mayores que estaban fuera del sistema jubilatorio.
El sistema previsional lo pagamos entre todos los argentinos. Cuando alguien va a comprar pan, paga IVA; cuando va a comprar cigarrillos, paga impuestos; cuando va a cargar nafta con su auto, también financia a la ANSES. Entonces, ¿por qué no va a recibir los beneficios de la ANSES?
La ecuación que hacen es maliciosa, porque lo primero que debe tener un sistema para ser distributivo, inclusivo, es tratar de ser lo más universal posible.
Junto con la estatización del sistema de fondos de jubilaciones y pensiones pusimos en marcha el sistema de movilidad jubilatoria, que provocó toda una discusión en el Congreso de la Nación. Nosotros defendimos un índice que es razonable y sustentable, como quedó demostrado, y que tiene dos componentes: la variación del salario real y la variación de la recaudación previsional ponderadas en términos iguales, es decir, cada una de ellas en un 50 por ciento.
Cuando lo debatimos en el Congreso nos decían que semejante índice iba a dar el 4, el 6 o el 8 por ciento de actualización, pero se tradujo en cuatro aumentos acumulados superiores al 52 por ciento en el término de dos años. La aplicación de ese índice de movilidad nos permitió actualizar todas las jubilaciones y las pensiones de la Argentina por encima de ese porcentaje.
Esto es lo que nosotros hemos hecho en materia previsional. Somos los que aumentamos la cantidad de argentinos que están dentro del sistema jubilatorio. Somos los que implementamos la asignación básica universal y los que la pagamos desde este sistema previsional para arriba de tres millones y medio de chicos.
Entre otras cosas, somos los que aumentamos las pensiones no contributivas de 350 mil a 900 mil en este país, y todo lo hicimos en el marco de la sustentabilidad del sistema. Nunca hipotecamos ni dimos un salto al vacío. No es que nos sentamos el 25 de mayo de 2003 y dijimos: “Vamos a hacer dos millones de nuevos jubilados, estatizar las AFJP y poner el índice de movilidad”. Empezamos con 150 pesos, con el 50 por ciento de los adultos mayores incluidos dentro del sistema previsional, y tomamos cada una de las medidas para diseñar este sistema previsional que tenemos hoy en la Argentina.
Tenemos un Fondo de Garantía de Sustentabilidad que estamos manejando y tenemos inversiones productivas que son perfectamente sustentables con los dos conceptos que debe tener ese fondo: por un lado, el de preservar su poder adquisitivo y tener rentabilidad; y al mismo tiempo, que esa inversión pueda tener impacto en el sistema productivo, porque es la manera de sostener el sistema previsional.
He escuchado a muchos decir cómo es posible que le hayamos prestado a la General Motors. Le prestamos porque ello les permitió sostener una planta de 3.000 trabajadores en la ciudad de Rosario, y con ese préstamo se incorporaron 800 nuevos trabajadores; ahora van a tomar más de 300 trabajadores y ya devolvieron más del 60 por ciento del préstamo. Entonces, sostuvimos el trabajo, generamos más, fortalecimos el sistema previsional con los aportes y contribuciones y recuperamos toda la inversión con las ganancias correspondientes. Así lo hemos hecho en cada uno de los emprendimientos productivos.
Pero claro, no le prestamos a Clarín, como hicieron las AFJP. Cuando Clarín cotizó en bolsa, el ciento por ciento de las acciones fueron compradas por las AFJP a 30 pesos cada una; al mes valían 13 y ahora 6. Esa pérdida fue del sistema previsional y a cuenta de los trabajadores y jubilados argentinos.
Ahora que por regalo de las AFJP tenemos el 10 por ciento de las acciones de “Clarín”, cuando queremos cobrar los dividendos no nos los pagan. “Clarín” declaró que ganó 890 millones de pesos, tenemos el 10 por ciento de las acciones y no nos quieren pagar lo que nos corresponde por dividendos.
Así que les encargo a los compañeros que en la próxima cena que tengan con el compañero Magnetto le transmitan que si nos quiere pagar el 10 por ciento que les corresponde a todos los argentinos, será bienvenido. (Aplausos).
Está claro que las cosas son así, señor presidente. Y la verdad es que tampoco nadie se termina de adentrar en la discusión en serio sobre el sistema. En el mundo los sistemas previsionales están en crisis, mientras que nosotros tenemos un sistema previsional que estamos reconstituyendo en un sentido positivo. No venimos achicando las prestaciones, no venimos disminuyendo los ingresos de los jubilados y pensionados. Tenemos más jubilados, más ingresos y más prestaciones.
El mundo discute si aumenta la edad jubilatoria, si aumenta los aportes. Digan lo que digan, hoy la relación activo-pasivo es 1,5 activo a 1 pasivo. Ningún sistema previsional se sostiene basado solamente en el concepto de solidaridad intergeneracional.
Por eso es tan importante el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que no sólo debe sostener las actuales jubilaciones sino que debe tener un criterio reproductivo para que cuando se tengan que pagar las futuras jubilaciones alcance a cubrir la relación deficitaria entre activos y pasivos.
La verdad es que cuando no dicen cuál es la fuente de financiamiento, o cuando la dicen difusamente, escondida en los distintos lugares del presupuesto, en el fondo, como decía el diputado Marconato, apuntan a pegarle al Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Si ahora tocan ese fondo, dura dos años y medio o tres años, y terminamos nuevamente en déficit e implosionando el sistema previsional. Pero nosotros tenemos otras responsabilidad, que es la de no fracasar. Nosotros estatizamos el sistema de jubilaciones y pensiones, y si fracasamos en la administración van a querer volver a privatizarlo. Van a hacer lo que hicieron con las empresas del Estado: las corrompieron, las hicieron deficitarias y después quienes las corrompieron y las hicieron deficitarias las privatizaron.

Sra. Carrió.- ¿Quiénes eran?

Sr. Rossi (A.O.).- Yo no miro absolutamente a nadie. Lo que digo es que hicieron exactamente eso, y ustedes...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr. Rossi (A.O.).- ¡No me hago cargo de Menem un carajo! ¡No me hago cargo porque nunca fui menemista! (Aplausos.) ¡Los que están con ustedes en el grupo A fueron los menemistas! Ahí están, búsquenlos en ese lado. (Aplausos.)

- Varios señores diputados hablan a la vez.

Sr. Presidente (Fellner).- La Presidencia solicita a los señores diputados que mantengan el orden.

Sr. Rossi (A.O.).- Los señores diputados saben que tenemos la responsabilidad de administrar ese fondo honesta y eficientemente y de que el sistema previsional en manos del Estado sea eficiente, redituable y garantice sus prestaciones.
No nos van a llevar a un camino que termine atentando contra el sistema previsional. Esta es la discusión en el fondo, porque la discusión sobre el 82 por ciento que proponen es una discusión de un salto al vacío.
Y quiero decir algo más, señor presidente. Vamos a ser absolutamente honestos. Cuando empezó este año, el tema del 82 por ciento no figuraba en la agenda de la oposición. La agenda de la oposición era afectar fiscalmente al gobierno por el lado de sus ingresos; era tratar de vaciarlo a partir de los ingresos. Como vieron que no podían avanzar y que tampoco era taquillero, empezaron con el tema de los gastos. Claro, es más simpático pararse ante la población, hablar del 82 por ciento y con eso generar un escenario de mayor simpatía. Pero, en realidad, ése es el único motivo. El único motivo, señor presidente, es el del diario “Clarín” de hoy, que dice: “Otra derrota para el gobierno. Diputados vota el 82 por ciento móvil”.
Les importan muy poco los jubilados. Les importa muy poco el 82 por ciento. Lo único que les importa es tratar de infligirle una derrota al gobierno. Les importa muy poco mantener un sistema previsional. Les importa muy poco diseñar un sistema previsional sustentable, con más ingresos y con mayor cantidad de prestaciones.
A nosotros no nos van a llevar con ese canto de sirenas. Hay una sola estrategia: perjudicar, molestar, acorralar, desgastar y poner palos en el camino al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. (Aplausos.)
Nosotros vamos a defender a nuestro gobierno. Vamos a defender el sistema previsional, que muchas veces construimos en soledad, porque es sustentable y beneficioso para todos los argentinos. (Aplausos.)

1 comentario:

  1. Un lujo el Chivo. La defensa de una posición desde las ideas, la convicción y la pasión.
    Ver esperpentos opositores como Aguad que hablan de "fracaso" del modelo previsional.. argumentandolo en... en... en... bah, no lo argumento, pero dijo 10 veces que era un fracaso.

    Cuando grito "un carajo me hago cargo de Menem"... aplauso cerrado.

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