Cristina nos explica la importancia de los derechos de exportación, el superávit fiscal y comercial y la sustentabilidad del modelo (sin leer)

Palabras de la Presidenta en la Bolsa de Comercio de Rosario, provincia de Santa Fe
miércoles, 18 de agosto de 2010

(…) Y acá vamos a hablar, porque a mí me gusta hablar, yo soy así, de frente, para qué les voy a decir una cosa por otra, de los famosos derechos de exportación, comúnmente denominados retenciones y que con mucha elegancia, debo reconocerlo, el presidente de la Bolsa, me dice "bueno, no queremos desfinanciar al Estado pero ver cómo las podemos ir achicando mediante un acuerdo entre el Poder Ejecutivo".
Primero: hay una cuestión que debía ser aclarada. Parece que derechos de exportación pagara únicamente el sector productor primario. En realidad, derechos de exportación paga toda la actividad económica de la República Argentina.
Si yo les cuento que en el año 2008, si uno ve en los ingresos del Estado, porque además esto es bueno saberlo porque yo sé que ustedes han levantado histórica y emblemáticamente el sector como una crítica muy fuerte a anteriores administraciones, el tema de tener superávit fiscal y superávit comercial.
Pero yo quiero explicarles a ustedes cómo se construye ese superávit comercial y ese superávit comercial, porque sino pensaríamos que todos los demás que estuvieron antes fueron todos unos estúpidos que no supieron tener superávit comercial y fiscal y que nosotros somos unos genios porque podemos ser capaces de tener superávit comercial y fiscal.
No, no somos genios, tenemos un modelo económico de política económica que, finalmente, concluye a partir del esquema que quiero describirles ahora en que podamos tener superávit comercial, fiscal, reservas en el Banco Central, sustentabilidad legal, terminar con la dicotomía si mercado interno e importación, las dos cosas imperiosamente. Porque durante otros gobiernos de mi partido fundacionales, se puso mucho hincapié en el mercado interno, pero no se puso hincapié en el mercado externo, en el sector exportación y fue ahí cuando se produjo el gran desbalance y desfinanciamiento finalmente porque nosotros necesitamos imperiosamente para sostener este modelo y esta rentabilidad exportación y sostener mercado interno.

Pero estábamos hablando de esto tan meneado que son los derechos de exportación y que muchos creen que está únicamente en el sector granario.

Año 2008, total de derechos de retenciones. Por ejemplo, el sector granario primario aportó el 28 por ciento del total de derechos de exportación. Por ejemplo, el sector petróleo, combustibles y energía, aportó exactamente la misma cantidad en materia de derechos de exportación, el 28 por ciento; y el sector industrial, obviamente menos porque cuanto más valor agregado, obviamente más desciende el derecho de exportación, un 8 por ciento.

Pero en el año 2009, el año pasado, el sector granario primario solamente aportó el 17 por ciento del total de derechos de exportación que percibió el Tesoro Nacional; el 22 por ciento, lo aportó el sector del petróleo, o sea, de combustibles y energía.

Por ello creo que la primera cuestión que tenemos que saber es que derechos de exportación no es el castigo a un sector, de ninguna manera; es un instrumento de política económica contemplado en la propia Constitución, en la cual se utiliza también, para establecer una suerte de dólar diferencial donde el sector que ha logrado mayor competitividad porque ha tenido mayor continuidad, pueda, al mismo tiempo, tener un dólar más competitivo para el sector que menos competitividad tiene.

Yo les digo algo: a mí me encantaría vivir en una economía donde fuera el sector industrial el que pagara tal vez y aportara más. Estaríamos viviendo tal vez en Estados Unidos o en Francia, donde la agricultura y todo el sector, por su escasa competitividad, es sostenido por el sector industrial que ha tenido un modelo de desarrollo y de acumulación tecnológica y económica brutal durante décadas que los ha transformado en potencias económicas y que les ha permitido subsidiar a sus farmers en Estados Unidos o Bové en Francia, pero no vivimos en esos países, vivimos aquí en el Argentina.

Entonces, estos derechos de exportación, algunos creen que son un instrumento de ingreso fiscal. No, es una política económica que además permite que se fomente agregar valor a nuestros productos y, al mismo tiempo, poder tener ese dólar diferencial que ha sustentado el modelo. Y si no, ¿cuál ha sido la magia, cuál ha sido el milagro de que hayamos podido lograr lo que hemos logrado en estos años? Sumando esto a los subsidios en tarifas que han permitido también mayor competitividad; sumado a la inversión que han hecho los sectores, obviamente, en materia de biotecnología. No hay milagros en economía, hay simplemente el hecho de decidir un país que pueda manejar sus variables macroeconómicas y que no quede sujeto a los vaivenes del mercado global.

Hoy la taba se ha dado vuelta y tenemos una gran suerte en la República Argentina y en toda la América del Sur. ¿Por qué se ha dado vuelta? Porque durante años los términos de intercambio comercial fueron absolutamente deficitarios para los países que tenían una importante producción primario sin valor agregado porque nuestros commodities no valían y valía mucho la manufactura de origen industrial.

Pero la aparición de los gigantes chinos e indios y todo el Sudeste Asiático, gente que quiere comer y dicen que cuando la gente se acostumbra a comer, no pierde más esa costumbre afortunadamente, sino que al contrario, va in crescendo y va demandando siempre mejor calidad.

Esto cambió los términos de intercambio. Primero, porque comenzó a producir manufactura industrial a mucho menor precio que la manufactura industrial de los países desarrollados y al mismo tiempo, demandar mayor cantidad de commodities.

Esta es la brecha que se ha producido hoy entre los países desarrollados y los países emergentes y entre los cuales la Argentina tiene una oportunidad nunca vista en toda su historia.

Pero tenemos que aprovechar esta oportunidad inédita en los términos de intercambio para poder acumular mayor valor agregado, mayor capacidad tecnológica, mayor biotecnología para no solamente ser exportadores de productos primarios, sino también con alto valor agregado.

Hablaba también el señor presidente de la Bolsa de Cereales del impuesto a los débitos, comúnmente conocido como impuesto a los cheques y el tema de derecho de retenciones que es una cosa que quiero terminar de cerrarles. Acá hay hombres de números y me van a entender.

He escuchado muchas veces "bueno, por qué no se descuenta de Ganancias". Yo les voy a contar lo que pasa en la Argentina en materia de esquema tributario y de recaudación impositiva que permite el sostenimiento del superávit fiscal y del superávit comercial.

Si uno mira el año 2009, el sector alimentos, por ejemplo, en materia de ventas, cuando hablo del sector alimentos excluyo bebidas, que es otro ítem; excluyo vino, que otro ítem; excluyo exportación primaria granaria, estamos hablando alimentos de todo lo que es complejo oleaginoso, carnes, hortalizas, frutas, sector lácteo, molinería, muchos de los sectores que están aquí. La Argentina facturó en ventas, en declaraciones juradas, o sea que uno supone que es exactamente todo lo que se vendió, que no hay nada en negro -si nos reímos porque sabemos, no tendríamos que reírnos, en Estados Unidos si dicen esto los llevan presos y al que se ríe también, porque se presupone que nadie puede evadir impuestos (APLAUSOS), pero cuando decimos estas cosas se ríen, pero sabemos lo que pasa-, 147.569 millones de pesos declaró el sector en ventas. ¿Cuánto pagó alguien que factura, estamos hablando de todo el sector, no hay nombre ni apellido ni sector en especial, por impuesto a las ganancias? Una facturación de casi 148.000 millones, 2.200 millones de pesos únicamente de impuesto a las ganancias.

Cuando analizo, porque a mí me encanta estudiar y analizar y leo todo y pido cada vez más información, me traen la información del sector y resulta ser que el sector por derechos de exportaciones, las famosas retenciones, tributó 17.500 millones. Pero cómo digo yo, a ver abrirme estos 147.569 millones y decíme qué fue a mercado interno y qué fue a mercado externo.

Bien, a mercado externo, grandes exportadores de productos de manufactura, 77.000 millones; sobre esos 77.000 millones, se tributaron los 1.900 millones de ganancias y los 17.000 mil millones derechos de exportación. Sobre el resto, a mercado interno, 67.000 millones, casi la mitad percibimos por ganancias únicamente 220 millones de pesos.

Esta es la explicación lisa y llana del grave problema que tenemos, no en el esquema tributario como algunos dicen, sino en el pago de la cadena de IVA, en el pago de ganancias, que es otro también el grado de informalidad, el grado evasión, de elusión que no es de ningún sector en particular, es de la economía argentina.

Estamos tratando de analizar para ver cómo podemos mejorar y cambiar las cosas. Yo estoy dispuesta a cambiarlas, pero yo tengo que sentarme y mirar que hay evidentemente, una gran evasión que me obliga a que mantener los derechos de exportación, que son altamente redistributivos y que tienen una sola salida la Aduana, y por eso se pueden controlar. Porque es notable, ese número es muy fuerte. La mitad tributó y si uno mira toda la economía en ventas, en bruto, representa el 10 o el 12 por ciento del total de ventas de la República Argentina pero solo el 5 por ciento respecto del impuesto a las ganancias. Lo mismo lo podemos ver en algunos otros sectores también.

Y luego uno va a otros sectores que también derechos de exportación y que muchas veces tienen el cliché de ser los malos siempre de la película como son el sector de combustibles, por ejemplo, o el sector de petróleo. Y resulta ser que el sector declara ventas por 78.000 millones de pesos y tributa ganancias por 5.000 millones. O sea, ventas por 78.000 e impuesto a las ganancias por 5.000. O sea que es como que se invierte la ecuación respecto del otro sector.

Ni qué hablar en el sector bancario, por ejemplo. El otro día leía en un diario que los bancos habían declarado, me decía el ministro de Agricultura y Ganadería, "no hablés de los bancos ahí, en el sector donde están los productores". Hay que hablar de todo, porque los argentinos tenemos que acostumbrarnos, como se sientan ustedes acá en la Bolsa, en una mesa que se sientan los molineros con los productores, con los industriales a discutir los problemas y los intereses de cada uno y ver cómo podemos articular para hacer un país mejor. Por esconder las cosas debajo de la alfombra terminamos siempre frustrando procesos que son importantes.

También me fui al sector bancario, porque digo, bueno, ¿pero qué pasa? Es el sector que más ganó. El otro día leía un titular con 8.000 millones de rentabilidad, lo deben de haber leído también ustedes, pero pagó por impuesto a las ganancias 4.000 millones de pesos y eso que el promedio de los salarios del sector es casi 10.000 pesos frente al promedio de salario del sector alimentario que es aproximadamente de 4.000 pesos por trabajo. Estoy hablando de promedios y sumado aportes y contribuciones y remuneraciones en bruto, llega aproximadamente a un 10 por ciento del total de las rentas del sector.

Entonces, yo lo que creo es que cuando nosotros hablamos de mantener el superávit fiscal y el superávit comercial, debemos saber de qué estamos hablando, qué es lo que sostiene ese superávit comercial y ese superávit fiscal. Y bueno, para poder cambiar y asegurar que esto se siga manteniendo, la primera cuestión que tenemos que abordar es el altísimo grado de informalidad que todavía tiene desgraciadamente la República Argentina. Eso que hemos ido de un 50 por ciento de trabajo en negro allá por el año 2003 a un 34.6 este año, que es uno de los más bajos grados de informalidad pero que igualmente es altísimos. Ustedes tengan en cuenta que para sostener un jubilado o un pensionado se necesitan 4 aportantes activos y estamos en la relación de 1 a 1 y medio. Es obvio que si no tuviéramos el SIPA, Sistema Integrado Provisional, no se podría estar sustentando un esquema jubilatorio de carácter progresivo con 2 aumentos por año y con la extensión de la cobertura que de 55 por ciento hemos pasado a un 87, 90 por ciento. Todo esto es mercado interno, todos estos son los 67.000 millones de pesos del sector alimentos que se consumieron en el mercado interno. Sin este poder adquisitivo, no había ese mercado interno y seguramente no teníamos la sustentabilidad social e institucional que necesita el país.

Porque es cierto que ha habido períodos en los cuales los trabajadores tenían un altísimo grado de desocupación; también es cierto que tenían menores salarios; también es cierto que los jubilados estaban congelados en 150 o 200 pesos. ¿Pero cuánto tiempo dura un proceso económico, social, político basado en estos gigantes de pie de barro? Dura de muy poco. Porque la cohesión social de una sociedad, es algo básico para poder desarrollarse económicamente, no hay posibilidades. Están todos los ejemplos en el mundo, desde Europa pasando por Estados Unidos.

Sin cohesión social, sin una clase empresarial con fuerte responsabilidad social, sin una dirigencia política con alto grado de formación y de saber de qué se trata la gestión del Estado.

Yo escucho muchas veces algunas cosas que me parecen que es gente que ni siquiera podría administrar su casa y que si no tuviera un cargo en el sector público se moriría de hambre. Porque no puede ser que se digan las cosas que se dicen y ustedes lo saben, porque son hombres y mujeres acostumbrados a mirar números todos los días.
(…)

1 comentario:

  1. esto es lo importante q un presidente sepa explicar y conozca cuestiones economicas

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